Estudios de psicología anteriores han destacado constantemente el vínculo entre los acontecimientos vitales adversos y traumáticos y los problemas de salud mental. Comprender mejor la intrincada relación entre los acontecimientos vitales estresantes y el surgimiento de la psicopatología en la infancia podría informar la práctica psicoterapéutica, permitiendo potencialmente el desarrollo de intervenciones más efectivas.
Investigadores del Boston Children’s Hospital llevaron a cabo recientemente un estudio longitudinal que explora los efectos del momento de los eventos estresantes, la exposición a diferentes tipos de trauma y la resiliencia familiar en la experiencia de síntomas internalizados y externalizados de psicopatología en la infancia. Sus hallazgos, publicado en Psicología de las Comunicacionesdestacan factores específicos que podrían influir en la aparición de problemas de salud mental después de acontecimientos difíciles de la vida.
«La asociación entre experiencias estresantes y psicopatología está bien documentada», escribieron Viviane Valdés, Dashiell D. Sacks y sus colegas en su artículo. «Sin embargo, se necesitan estudios para comprender el impacto del momento de los eventos estresantes, los tipos de experiencias traumáticas y la resiliencia familiar en la internalización y externalización de los síntomas en la primera infancia. El presente estudio utilizó un diseño longitudinal con este fin».
Como parte de su estudio, Valdés, Sacks y sus colegas examinaron el impacto de eventos estresantes en dos tipos diferentes de experiencias psicopatológicas, a saber, síntomas internalizantes y externalizantes. Internalizar síntomas, como la ansiedad, la depresión, el retraimiento social y el dolor psicosomático, implica dirigir la angustia y las emociones hacia adentro. Por el contrario, los síntomas externalizantes se manifiestan como conductas disfuncionales dirigidas hacia el exterior, como agresión, impulsividad, hiperactividad y desafío a la autoridad.
Los investigadores reclutaron a 456 padres y les pidieron que completaran los mismos cuestionarios en diferentes momentos, específicamente cuando sus hijos eran bebés, luego cuando tenían 2, 3, 5 y 7 años. El cuestionario que completaron fue diseñado para obtener información sobre eventos estresantes y traumáticos que los niños pudieron haber experimentado, así como la resiliencia de la familia y cualquier síntoma que exhibieran los niños.
Curiosamente, los investigadores encontraron que los eventos estresantes experimentados entre 1 y 2 años y entre 2 y 3 años de edad predijeron síntomas de internalización solo en las participantes femeninas. Los niños varones que participaron en el estudio, por el contrario, no presentaban síntomas internalizantes significativos cuando habían experimentado eventos más estresantes en sus primeros años de vida.
«Para los síntomas de externalización a los 3 años, cada momento evaluado se asoció significativamente con más síntomas en ambos», escribieron Valdés, Sacks y sus colegas. «A los 5 años, tanto los síntomas internalizados como los externalizados se asociaron con una mayor cantidad de eventos estresantes en cada momento y en todos los sexos. Hubo evidencia de efectos temporales, incluidos efectos acumulativos, períodos sensibles y efectos recientes».
En general, los hallazgos recopilados por los investigadores destacan tres factores que parecen influir en la aparición de psicopatología en la primera infancia después de experiencias estresantes. Estos factores incluyen el momento de los acontecimientos estresantes, el tipo de experiencias traumáticas y algunas facetas de la resiliencia familiar de un niño.
«La exposición al trauma interpersonal se asoció con mayores síntomas de internalización, mientras que las experiencias traumáticas tanto interpersonales como no interpersonales se asociaron con mayores síntomas de externalización», escribieron los investigadores.
«Los aspectos de la resiliencia familiar, incluidos niveles más altos de compromiso familiar, capacidad para enfrentar desafíos y sensación de control, redujeron el riesgo de internalizar síntomas, mientras que sólo una mayor sensación de control redujo el riesgo de externalizar síntomas a la edad de 7 años, incluso en el contexto de trauma.»
Valdés, Sacks y sus colegas reunieron algunos conocimientos nuevos y valiosos que podrían informar el desarrollo de intervenciones preventivas y terapéuticas destinadas a mitigar el impacto adverso de los eventos estresantes tempranos en la salud mental. Su trabajo también podría inspirar a otros equipos de investigación a examinar la contribución única de los tres factores que investigaron a la psicopatología (es decir, el momento de los eventos estresantes, el tipo de trauma y aspectos de la resiliencia familiar).
Más información:
Viviane Valdés et al, El momento del estrés, la exposición al trauma y la resiliencia familiar afectan de manera diferencial los síntomas internalizados y externalizados a los 3, 5 y 7 años de edad. Psicología de las Comunicaciones (2024). DOI: 10.1038/s44271-024-00151-z
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Citación: Explorando cómo los acontecimientos estresantes de la vida afectan los síntomas internalizantes y externalizantes de la psicopatología en la infancia (2024, 17 de noviembre) obtenido el 17 de noviembre de 2024 de https://medicalxpress.com/news/2024-11-exploring-stressful-life-events-affect. HTML
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