El viernes 15 de noviembre, Italia fue testigo de protestas generalizadas encabezadas por estudiantes durante la disidencia nacional denominada ‘Día No Meloni’, en oposición al gobierno de derecha de la Primera Ministra Giorgia Meloni.
Las manifestaciones se desarrollaron en 35 ciudades, entre ellas Roma, Milán, Turín y Génova, según informó ABC España. Más de 200 estudiantes se reunieron en Piazza Castello, lo que provocó importantes enfrentamientos con la policía y dejó al menos 15 agentes heridos.
Vandalismo estudiantil durante el ‘No Meloni Day’
En Turín, los manifestantes rompieron las barricadas policiales frente al edificio de la prefectura y arrojaron objetos explosivos a los agentes, lo que provocó que 15 agentes fueran hospitalizados por exposición a los vapores. Los manifestantes prendieron fuego a una efigie que representaba al ministro de Educación, Giuseppe Valditara, y portaban pancartas criticando las políticas del gobierno.
En Bolonia, los estudiantes quemaron copias de las reglas escolares propuestas por el Ministro de Educación Valditara, mientras que en Milán, los retratos de funcionarios del gobierno, incluido Meloni, fueron salpicados con pintura roja.
La primera ministra Giorgia Meloni condenó la violencia y afirmó en las redes sociales: «fuimos testigos de escenas inaceptables de violencia y caos… Mi total solidaridad está con todos los agentes heridos».
El ministro de Educación, Valditara, criticó a los manifestantes y afirmó: “La escuela italiana no necesita réplicas de los extremistas de los años 1970”.
Las protestas reflejan una creciente insatisfacción entre los jóvenes italianos por la educación, la política exterior y las reformas gubernamentales. Un informe reciente destacó la agresión de los estudiantes italianos hacia los profesores.
Meloni también fue blanco de manifestantes en octubre debido a la aprobación de una nueva ley que establece que las parejas italianas que viajan al extranjero para buscar subrogación podrían enfrentar penas de prisión y multas de hasta 1 millón de euros.
Con tensiones altas, los expatriados y los locales deben mantenerse informados y evitar las áreas donde se llevan a cabo manifestaciones. El transporte público y el acceso al centro de la ciudad podrían verse afectados durante futuras protestas.