Esta extensión vigente a partir del miércoles garantiza que la ayuda crítica continuará fluyendo desde Chad hacia las regiones de Sudán afectadas por el conflicto, particularmente Darfur.
«Los trabajadores humanitarios en Sudán acogen con satisfacción esta decisión, ya que el cruce fronterizo de Adre es un salvavidas fundamental para cientos de miles de personas vulnerables en todo el país, especialmente en Darfur», dicho Clementine Nkweta-Salami, coordinadora residente y humanitaria de la ONU en Sudán.
La guerra entre las fuerzas nacionales del Gobierno militar de Jartum y la milicia rival de las Fuerzas de Apoyo Rápido estalló en abril del año pasado.
“Mantener abierta la frontera de Adre significa que los trabajadores humanitarios pueden seguir entregando alimentos y suministros nutricionales de emergencia, medicinas, alojamiento y otra asistencia vital. a cientos de miles de madres y niños hambrientos y desnutridos, personas que padecen enfermedades y otras personas que necesitan desesperadamente estos suministros”.
El cruce de Adre ha demostrado ser esencial para sostener las operaciones humanitarias en medio de la crisis en Sudán, impulsada por la brutal guerra de 19 meses entre ejércitos rivales.
Desde que se reabrió a mediados de agosto, al menos 377 camiones de ayuda han atravesado la frontera, transportando suministros esenciales que han ayudado a aproximadamente 1,4 millones de personas que enfrentan hambre aguda y riesgo de hambruna.
Necesidad de fondos
A pesar de este canal crucial para la entrega de ayuda, las agencias de la ONU continúan enfatizando la necesidad urgente de financiamiento adicional para mantener y ampliar las operaciones.
En los dos últimos meses de 2024, el llamamiento humanitario de Sudán por valor de 2.700 millones de dólares sólo está financiado en un 57 por ciento. El déficit plantea importantes desafíos para mantener los esfuerzos de socorro en la escala necesaria.
Entre enero y septiembre de 2024, las agencias humanitarias llegaron a unos 12,6 millones de personas en todo Sudán con diversas formas de asistencia.
Sin embargo, dado que el conflicto continúa sin cesar y genera necesidades en toda la región, sigue siendo fundamental aumentar los fondos para evitar una mayor catástrofe humanitaria.