Los fondos se utilizarán para brindar asistencia y protección urgentes para salvar vidas en un país donde se estima que más de dos tercios de la población, casi nueve millones de personas, requieren ayuda humanitaria.
“Los efectos acumulativos y agravantes de años de crisis relacionadas con el clima, como inundaciones y sequías, conflictos y violencia subnacional, han destruido los hogares y los medios de subsistencia de las personas, robándoles el futuro que se merecen”. dijo Sara Beysolow Nyanti, Coordinadora Humanitaria de la ONU para Sudán del Sur, la nación más joven del mundo.
Solidaridad y apoyo
A pesar de estos desafíos, “las comunidades afectadas han seguido demostrando un gran sentido de resiliencia, solidaridad y creatividad”, agregó.
La Sra. Nyanti instó al Gobierno, a los socios para el desarrollo, a los donantes y a las organizaciones humanitarias a unir su solidaridad con un “apoyo inquebrantable”.
Este año, se estima que unos 8,9 millones de personas en Sudán del Sur necesitarán asistencia humanitaria.
los HRP tendrá como objetivo a 6,8 millones de los más vulnerables del país, donde más de dos millones de personas están desplazadas, muchas de ellas desde hace años.
Entregando en medio de las dificultades
Los humanitarios estiman además que se espera que 8,3 millones de personas, incluidos los refugiados, se enfrenten a una grave inseguridad alimentaria en el punto álgido de la temporada de carestía, que va de mayo a julio.
También se esperan inundaciones a gran escala por cuarto año consecutivo, junto con la destrucción y el desplazamiento que las acompaña.
Ante las crisis climáticas y otros obstáculos, los trabajadores humanitarios siguen entregando ayuda a millones en Sudán del Sur.
El año pasado, ayudaron a más de 5,3 millones de personas, brindándoles alimentos, salud, agua y saneamiento, educación, medios de vida y nutrición, junto con servicios de protección críticos.
Compromiso de proteger
La Sra. Nyanti dijo que el HRP refleja el compromiso de proteger a las personas vulnerables, especialmente mujeres y niñas, ancianos y personas con problemas de capacidad.
“La violencia sexual y de otro tipo sigue siendo un problema importante en Sudán del Sur, por lo que la protección está en el centro de todo lo que hacemos. Es esencial una respuesta colectiva para prevenir y responder a la violencia, especialmente contra las mujeres y las niñas”, ella dijo.
“Aquellos que cometen tales crímenes deben ser llevados ante la justicia, y los trabajadores humanitarios deben continuar trabajando con el desarrollo y otros socios para garantizar que se aborden las causas profundas de las crecientes necesidades humanitarias”.