La región turca de Mersin es una parada clave para las aves migratorias y es uno de los principales centros religiosos de Anatolia.
En este episodio de Explore, Cinzia Rizzi descubre el distrito de Mersin, en el sur de Turquía, en la costa mediterránea. Comenzamos nuestro viaje en Tarso, una de las ciudades más antiguas del mundo y la ciudad natal de San Pablo.
A unos 80 kilómetros al oeste de Mersin se encuentra Silifke, donde Cinzia visita algunos fenómenos naturales impresionantes. Dos sumideros, llamados Cennet y Cehennem, o Cielo e Infierno, se extienden a lo largo de 70 metros y 128 metros respectivamente. Se formaron por erosión química hace miles de años, cuando una corriente subterránea provocó el colapso de los techos de las cuevas sobre ellas. El sumidero del Cielo se puede explorar fácilmente a través de 450 escalones que conducen a sus profundidades, mientras que al sumidero del Infierno solo se puede acceder con equipo de escalada o desde una plataforma de observación de vidrio.
Las dolinas no son las únicas bellezas naturales que se encuentran en la región. Nuestra última parada es el delta de Göksu, una cuenca de 15.000 kilómetros cuadrados donde el río Göksu se encuentra con el Mediterráneo. Este humedal salvaje y ventoso es una de las 18 Zonas Especiales de Protección Ambiental de Türkiye, y alrededor de 350 especies de aves se detienen aquí en su viaje a través del Levante. Si te gusta la observación de aves, este es definitivamente un lugar que debes visitar.