Actualizado:
Mientras miles de bomberos siguen intentando contener los incendios, el primer ministro Luís Montenegro declaró el estado de calamidad y movilizó fuerzas adicionales para combatir los incendios, que han cobrado siete vidas.
Mientras miles de bomberos siguen intentando contener los incendios, el primer ministro Luís Montenegro declaró el estado de calamidad y movilizó fuerzas adicionales para combatir los incendios, que han cobrado siete vidas.
Más de 15.000 hectáreas de tierra han sido quemadas y 210.000 personas están en riesgo.
Portugal ha recibido ayuda de España, Francia, Italia y Marruecos, incluidos aviones lanzaaguas y personal de emergencia.
Los expertos relacionan los incendios con el cambio climático y el abandono de la gestión tradicional de las tierras. La policía investiga un presunto incendio provocado.