Un par de ardillas subieron a un tren de Londres creando un «pandemonio» Crédito: Shutterstock
Un servicio de tren fue cancelado inesperadamente después de que dos ardillas abordaran el tren de las 8:54 a. m. de Great Western Railway (GWR) de Reading a Gatwick y causaran caos.
Las ardillas, que subieron en Gomshall, Surrey, a las 9:47 a. m., supuestamente atacaron a los viajeros en hora punta, lo que provocó lo que los testigos describieron como un «pandemonio».
Dos ardillas provocaron retrasos y cancelaciones en un tren de Great Western Railway
La pareja de roedores indeseados entró inicialmente en el vagón trasero, creando pánico entre los pasajeros, quienes rápidamente huyeron a otras partes del tren.
Según los informes, el conductor intentó contener la situación cerrando las puertas entre los vagones para evitar que las ardillas siguieran subiendo en el tren.
Un pasajero le dijo a The Sun: «Fue un completo caos. Las ardillas se subieron al vagón trasero y atacaron a la gente. Todos los pasajeros salieron corriendo del tren y se subieron a otro vagón. El conductor tuvo que cerrar las puertas para evitar que las ardillas subieran al tren.
El tren continuó su viaje hasta llegar a Redhill, Surrey, donde el personal realizó varios intentos para retirar las ardillas.
Armados con escobas, una pinza telescópica y cacahuetes, el personal logró sacar a una ardilla del tren, sin embargo, el otro roedor obstinado se negó a irse.
Como el tiempo se acababa y la segunda ardilla no estaba dispuesta a moverse, los jefes del ferrocarril tomaron la decisión de terminar el servicio y enviar el tren de regreso a Reading, donde se había originado.
Esto dejó a algunos pasajeros en riesgo de perder sus vuelos en el aeropuerto de Gatwick, lo que causó aún más frustración.
Un portavoz de GWR tomó a la ligera la situación, bromeando que las ardillas habían subido al tren “sin billetes”, infringiendo las normas ferroviarias.
“Podemos confirmar que el trayecto de las 08.54 entre Reading y Gatwick se interrumpió en Redhill después de que un par de ardillas subieran al tren en Gomshall sin billetes, rompiendo las barreras de seguridad del ferrocarril. Intentamos sacarlas de allí en Redhill, pero una se negó a irse y fue devuelta a Reading para poner fin a esta historia descabellada”, afirmó el portavoz.
El incidente, aunque divertido, provocó retrasos importantes para los pasajeros y una mañana inusual para el personal ferroviario.
Es seguro decir que el equipo de GWR no olvidará esta extraña situación en el corto plazo.