Dejemos algo en claro: cuando decimos ambicioso, no nos referimos solo al tamaño del elenco, el valor de la composición y la producción, o el prestigio del material original. No, también queremos decir ambicioso (y principalmente) en el sentido de que esta película es quizás el mayor ejemplo de un proceso creativo colectivo que se empeñó en tomar la peor decisión posible.
Hablamos, por supuesto, del año 2019. Gatoscuya actualidad se ha disparado a nuevas alturas después Taylor SwiftLa despedida específica de política de Instagram de la otra noche; una oportunidad que usted —sí, usted en casa— puede aprovechar, ya que se está transmitiendo en Netflix en los Estados Unidos en este momento.
GatosPor supuesto, Swift aparece entre su corpulento elenco, que incluye a ella, James Corden, Judi Dench, Jason Derulo, Idris Elba, Ian McKellen, Jennifer Hudson, Rebel Wilson y Francesca Hayward. De hecho, Swift ya reconocía su condición de «mujer de gatos sin hijos» mucho antes de revelar por quién votaría en las próximas elecciones.
Para mayor contexto, la despedida antes mencionada de Swift en la publicación de Instagram antes mencionada fue en referencia directa a los comentarios hechos por un tal JD Vance (compañero de fórmula de Donald Trump) en 2021, en el que intentó lastimar tanto a Swift como a la entonces vicepresidenta, ahora candidata presidencial demócrata Kamala Harris al llamarlas «mujeres gatas sin hijos que son miserables en sus propias vidas» y que «no tienen ningún interés directo» en Estados Unidos.
Analicemos esto un poco: ¿cómo se puede llegar a decretar que otra persona es “miserable con su propia vida”? ¿Se podría medir mejor por las emociones y sentimientos que alguien decide expresar al mundo? ¿No sería una dependencia excesiva de la expresión de ira, veneno y apatía una señal de que alguien lleva sobre sus hombros el peso muy dañino de dichas emociones y, por lo tanto, necesita vomitarlas hacia los demás? Ya saben lo que dicen: los que odian odiarán, odiarán, odiarán, odiarán.
Y claro, Taylor Swift ciertamente no está libre de vicios (estaba en GatosDespués de todo, hay muchas críticas que merecen la pena señalar al Partido Demócrata. Pero, al final, cuando se compara a gente como Swift y Harris con gente como Trump y Vance, hay un abismo de diferencia en las maneras en que se relaciona con el mundo. Los primeros, con sus defectos tras bambalinas, están constantemente aportando amor y alegría a la mesa. Los segundos, con sus defectos tras bambalinas, insisten en la ira y el vitriolo.
Y, de hecho, si el amor y la alegría son indicadores de que no se tiene un interés directo en Estados Unidos, ¿realmente vale la pena tener un interés directo en Estados Unidos? Quiero decir, ¡qué demonios! Gatos Se estrenó en los cines cuando Trump todavía era presidente.