Tres regiones de Bolivia han suspendido las clases presenciales por el intenso humo que cubre gran parte de la nación andina, que ha declarado la emergencia nacional tras los mayores incendios forestales en lo que va del año.
El ministro de Educación, Omar Véliz, dijo el lunes en conferencia de prensa que se suspendieron las clases en los departamentos de Beni, Pando y Santa Cruz, en el oriente del país y fronterizos con Brasil, que son los más afectados por los incendios. Los alumnos recibirán sus clases en forma virtual.
El sábado, el gobierno del presidente Luis Arce declaró la emergencia nacional y sanitaria por el denso humo que incluso ha llegado a regiones del occidente como La Paz, que están lejos de los incendios.
En tanto, debido a la baja visibilidad en varios aeropuertos se han registrado retrasos en los vuelos desde el fin de semana y en algunas ciudades más afectadas se han cancelado, informó la administración de aeropuertos.
Brasil envió un contingente de 60 bomberos forestales. “También estamos a la espera de un grupo de bomberos de Chile y de Venezuela”, informó el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes.
Según el Ministerio de Medio Ambiente unos 3,8 millones de hectáreas han sido consumidas por el fuego, de los cuales el 60 % son pastizales y el 40 % bosques.
La región oriental de Santa Cruz, el motor económico del país, es la más castigada, donde se registran incendios desde hace dos meses que han afectado áreas protegidas.
En tanto, en zonas lejanas a los incendios como La Paz y su vecina El Alto, el humo ha cubierto su icónico nevado, el Illimani.
En los últimos días los fuertes vientos y la sequía agravaron el problema. Las tres ciudades más pobladas del país —Santa Cruz, La Paz y Cochabamba— tenían un índice de calidad del aire malo debido a la humareda.
Las llamas calcinaron ganado y animales silvestres y obligaron a evacuar a pequeñas comunidades y haciendas. Varios de los incendios se iniciaron en la Amazonía brasileña, según las autoridades.
En Bolivia, de acuerdo con el gobierno, el 90% de los incendios son causados por quemas descontroladas debido a que varios campesinos y agricultores optan por este método para renovar pastizales y habilitar nuevas tierras de cultivo.
Expertos y autoridades han anticipado que de no poder controlarse el fuego se podrían superar los cinco millones de hectáreas consumidas en los devastadores incendios de 2019.
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