El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, hizo su llamado mientras se intensifican los ataques transfronterizos a lo largo de la frontera no oficial.
El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, expresó su preocupación por la intensidad de los ataques transfronterizos a lo largo de la Línea Azul entre Israel y el Líbano, según el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric.
La Línea Azul es una línea no oficial que separa a Israel del Líbano. La línea, establecida por las Naciones Unidas en 2000, no sirve como frontera, sino como «línea de retirada».
Dujarric añade que Guterres pidió una desescalada inmediata porque las acciones «ponen en riesgo tanto a la población libanesa como a la israelí, además de amenazar la seguridad y la estabilidad regionales».
Más de 600 efectivos de mantenimiento de la paz de la FPNUL en la Línea Azul
Mientras tanto, más de 600 efectivos de mantenimiento de la paz de la FPNUL (Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano) siguen cumpliendo su misión, según el mandato del Consejo de Seguridad, en la base española Miguel de Cervantes en Marjayoun, en el sur del Líbano.
Los cascos azules, también conocidos como cascos azules, están formados por civiles, militares y policías que participan en una misión de paz de la ONU. En este caso, los cascos azules españoles son los encargados de llevar agua cada día a las posiciones avanzadas de la Línea Azul.
«Mientras la FPNUL sigue llevando a cabo las actividades que le han sido encomendadas en estas difíciles circunstancias, la Coordinadora Especial para el Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, y el jefe de la misión de mantenimiento de la paz en el Líbano, el Teniente General Aroldo Lázaro, siguen en contacto con las partes para intentar reducir la tensión», afirma Dujarric.
El cabo Daniel Ramírez explica cómo él y sus compañeros viven los enfrentamientos habituales entre Hezbolá e Israel: «Al final te acostumbras. Venimos a cumplir una misión y esto es lo que hacemos y ya está».
Tras un incidente ocurrido a principios de este mes que provocó heridas a tres efectivos de mantenimiento de la paz, la FPNUL recuerda a todas las partes su responsabilidad de evitar que los Cascos Azules sufran daños.
La ONU sigue intensificando sus esfuerzos de ayuda, pero Dujarric admite que las respuestas humanitarias se ven socavadas por las limitaciones de financiación y pide recursos adicionales.
«Mientras tanto, nuestros colegas humanitarios nos dicen que el reciente repunte de las hostilidades no ha tenido un impacto humanitario significativo. Sin embargo, el conflicto en curso continúa afectando gravemente a los civiles de ambos lados de la Línea Azul», afirma Dujarric.
Exhortó a todas las partes a que cumplieran y cumplieran sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario, haciendo hincapié en la necesidad de proteger a los civiles, incluidos los niños, y la infraestructura civil en todo momento.