Un estudio de la Universidad Estatal de Michigan descubrió que los placebos no engañosos, o placebos administrados con plena conciencia de que son placebos, controlan eficazmente el estrés, incluso cuando se administran de forma remota.
Los investigadores reclutaron a participantes que habían experimentado estrés prolongado debido a la pandemia de COVID-19 para un ensayo controlado aleatorio de dos semanas. La mitad de los participantes fueron asignados aleatoriamente a un grupo de placebo no engañoso y la otra mitad al grupo de control que no tomó pastillas. Los participantes interactuaron con un investigador en línea a través de cuatro sesiones virtuales en Zoom. Los del grupo de placebo no engañoso recibieron información sobre el efecto placebo y se les enviaron pastillas de placebo por correo junto con instrucciones sobre cómo tomarlas.
El estudio, publicado en Psicología Aplicada:Salud y bienestarse descubrió que el grupo que no recibió el tratamiento mostró una reducción significativa del estrés, la ansiedad y la depresión en tan solo dos semanas en comparación con el grupo de control que no recibió el tratamiento. Los participantes también informaron que los placebos que no recibieron el tratamiento eran fáciles de usar, no resultaban engorrosos y eran apropiados para la situación.
«La exposición al estrés a largo plazo puede perjudicar la capacidad de una persona para gestionar las emociones y provocar importantes problemas de salud mental a largo plazo, por lo que nos entusiasma ver que una intervención que requiere un esfuerzo mínimo puede producir beneficios significativos», afirmó Jason Moser, coautor del estudio y profesor del Departamento de Psicología de la MSU. «Esta carga mínima hace que los placebos no engañosos sean una intervención atractiva para quienes sufren estrés, ansiedad y depresión importantes».
Los investigadores tienen especial esperanza en la posibilidad de que los proveedores de atención médica puedan administrar de forma remota placebos no engañosos.
«Esta capacidad de administrar placebos no engañosos de forma remota aumenta drásticamente el potencial de escalabilidad», dijo Darwin Guevarra, coautor del estudio y académico postdoctoral en la Universidad de California en San Francisco. «Los placebos no engañosos administrados de forma remota tienen el potencial de ayudar a las personas que luchan con problemas de salud mental y que de otra manera no tendrían acceso a los servicios de salud mental tradicionales».