De acuerdo a a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), cinco sitios de reunión y centros de recepción en la capital provincial, Kassala, y Gharb Kassala se encuentran entre los afectados.
Más de 10.000 desplazados internos que huyeron de los combates en el vecino estado de Sennar se han visto afectados.
También se han registrado inundaciones en las provincias de Aj Jazirah, Darfur Oriental y Kordofán del Norte, que afectaron a unas 280 familias.
Desde que estalló la guerra entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS) y las Fuerzas de Apoyo Rápido en abril del año pasado, miles de civiles han muerto y más de 10 millones han sido expulsados de sus hogares, incluidos unos 2,1 millones que han buscado refugio en países vecinos.
El conflicto ha diezmado los medios de vida y destruido los cultivos, lo que genera graves preocupaciones sobre una inminente hambruna.
Campos de refugiados afectados
En Shagarab, aproximadamente a 80 kilómetros al sur de la ciudad de Kassala, se han construido alrededor de 400 refugios en campos de refugiados. dañadoLos sitios que albergan a refugiados en Wad Sherifye, en las afueras de la ciudad de Kassala, también se han visto afectados.
Se pronostican fuertes lluvias para los próximos días y existe la preocupación de que el río Gash pueda inundar aún más la ciudad de Kassala.
Las inundaciones han sumergido caminos y dañado la infraestructura de agua y saneamiento, obligando a muchos desplazados internos a vivir a la intemperie, junto a los caminos, sin acceso a alimentos, agua potable o saneamiento. Existe un creciente temor de brotes de enfermedades mortales transmitidas por el agua.
Los equipos de las Naciones Unidas y los socios humanitarios están evaluando el apoyo necesario para reubicar a los afectados y están coordinando las respuestas en sectores clave. Entre las necesidades prioritarias identificadas se encuentran refugio, alimentos, artículos no alimentarios, agua potable y saneamiento.
Preparativos en Sudán del Sur
En el vecino Sudán del Sur, las Naciones Unidas y sus socios de socorro están apoyando los esfuerzos del Gobierno para prepararse para lo que se espera que sea la peor inundación en unos 60 años.
“Por parte de la ONU, nuestro objetivo es ayudar a unos 2,4 millones de los 3,3 millones de personas que se prevé que se verán afectadas por las inundaciones a partir de septiembre”, dijo el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric. dijo periodistas en la conferencia de prensa habitual en la sede de la ONU el lunes.
“El plan es brindar servicios de salud y nutrición, así como refugio y asistencia alimentaria a los afectados”, añadió.
También destacó la necesidad de recursos adicionales en Sudán del Sur, en particular para atender las necesidades de los recién llegados que huyen del conflicto en Sudán. El plan de respuesta humanitaria para el país, valorado en 1.800 millones de dólares, está financiado sólo en un 31%, es decir, unos 552 millones de dólares.
Sudán del Sur acoge a más de 770.000 refugiados que huyeron de Sudán desde abril del año pasado, incluidos repatriados sursudaneses.