La declaración, primer asunto sustantivo del nuevo Parlamento Europeo, recibió 495 votos a favor y 137 en contra.
La extrema derecha del Parlamento Europeo hizo oír su voz el miércoles al intentar sin éxito bloquear la primera resolución de la décima legislatura, que redoblaba su apoyo a Ucrania y denunciaba la controvertida «gira por la paz» de Viktor Orbán.
El Parlamento criticó la reunión de Orbán con Vladimir Putin como una «flagrante violación de los Tratados de la UE y de la política exterior común, incluido el principio de cooperación sincera» y dijo que «debería tener repercusiones para Hungría».
La gran mayoría de los eurodiputados de los grupos Patriotas por Europa y Europa de las Naciones Soberanas (ESN) votaron en contra del texto, presentado para contrarrestar la creciente influencia de la derecha radical en el hemiciclo.
Pero el consenso centrista triunfó: resolución Recibió 495 votos a favor, 137 en contra y 47 abstenciones.
La mayoría de los votos negativos provinieron de los Patriots, incluido su presidente, el francés Jordan Bardella, y de la ESN, que es dominado por Alternativa para Alemania (AfD).
En su discurso, Bardella condenó el «imperialismo» de Rusia, pero dijo que el texto era «problemático» porque aboga por una mayor asistencia militar y la adhesión de Ucrania a la UE, lo que, según él, «impactaría severamente» los subsidios bajo la Política Agrícola Común, de la cual Francia es un importante receptor.
Bardella también se mostró en desacuerdo con las críticas a la visita no anunciada de Orbán a Rusia. «No podemos acusar a Hungría, un socio clave en la alianza transatlántica, de intentar mantener abiertos los canales de comunicación», afirmó.
René Aust, copresidente de la ESN, también elogió la iniciativa del líder húngaro e instó a iniciar conversaciones de paz «aunque sean muy difíciles y requieran mucho tiempo».
Siete eurodiputados del partido ultraderechista Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), incluidos cinco del partido rumano AUR, rompieron filas con la postura pro ucraniana del grupo y votaron en contra del texto. Sin embargo, la mayoría de los representantes del ECR, como Hermanos de Italia de Giorgia Meloni y el partido polaco Ley y Justicia (PiS), lo apoyaron.
También hubo disenso en el otro lado del espectro.
La izquierda se dividió: 18 de sus miembros apoyaron la resolución, 15 se opusieron y 13 optaron por abstenerse. (La dirección de la izquierda no dio instrucciones antes de la votación).
Más notables fueron los tres eurodiputados verdes recién elegidos de Italia –Cristina Guarda, Leoluca Orlando y Benedetta Scuderi– que votaron en contra del llamamiento conjunto.
Entre los Socialistas y Demócratas (S&D), cuatro legisladores de Malta, un país neutral, se opusieron al texto debido a sus referencias a la OTAN.
Casi 30 eurodiputados no afiliados también rechazaron la resolución, lo que indica su resonancia ideológica con la extrema derecha.
Ningún legislador del Partido Popular Europeo (PPE) de centroderecha votó en contra del texto, pero su nueva delegación húngara, el partido TISZA de Peter Magyar, se abstuvo.
«TISZA no puede apoyar una resolución del Parlamento Europeo que amenaza a Hungría con consecuencias nefastas debido a la política equivocada de Viktor Orbán y llama a todos los Estados miembros a continuar la guerra hasta la victoria final y a entregar armas», escribió Magyar en su cuenta de Facebook.
Magyar también dijo que no estaba de acuerdo con la cordón sanitario que el PPE, el S&D y los liberales impuesto sobre los Patriotas y el ESN, que impide a partidos como el Fidesz de Orbán acceder a puestos administrativos de alto nivel en el Parlamento.
«El voto de cada votante húngaro es igual, independientemente de si lo emite para un representante del gobierno o de la oposición», afirmó Magyar.