Johannesburgo, Sudáfrica — El viernes por la mañana, John Steenhuisen, líder del principal partido de oposición de Sudáfrica, la Alianza Democrática (DA), declaró que romper la mayoría del Congreso Nacional Africano (ANC) es «la manera de rescatar a Sudáfrica». Con el 60% de los votos contados, el ANC, que gobierna desde hace mucho tiempo, tiene poco menos del 42% de los votos.
Esto marca una caída significativa del 57,5% que obtuvo el ANC en las últimas elecciones nacionales de 2019. Aunque aún no se han anunciado los resultados finales de las elecciones del miércoles, el ANC necesita más del 50% para permitir que su líder, el presidente Cyril Ramaphosa, permanezca presidente bajo el sistema parlamentario de Sudáfrica.
«Terminarán en los cuarenta», dijo Steenhuisen. «Y eso obviamente abre un universo completamente nuevo para la política en Sudáfrica».
El DA, un partido centrista, obtuvo más del 20% de los votos cuando Steenhuisen habló desde el centro de la Comisión Electoral Independiente (CEI). Otros partidos importantes incluyen el Partido MK, liderado por el ex presidente Jacob Zuma, y los izquierdistas Luchadores por la Libertad Económica (EFF), liderados por el ex miembro del ANC Julius Malema.
Steenhuisen enfatizó la base multicultural de votantes del DA y afirmó: “Si miro nuestro crecimiento entre los sudafricanos negros, se ha duplicado con respecto a las últimas elecciones. Si miro a los partidos que están a mi izquierda y a mi derecha, pueden recurrir a grupos de votantes muy limitados y son prácticamente monocromáticos”.
Steenhuisen expresó su disposición a trabajar con el ANC, aunque señaló que primero necesitaría consultar con un grupo de otros partidos con los que tiene un acuerdo preelectoral.
El ANC llegó al poder por primera vez en 1994, cuando el partido, liderado por Nelson Mandela, ganó las primeras elecciones democráticas, lo que marcó el fin del régimen del apartheid. Sin embargo, en los últimos años ha aumentado el descontento generalizado con el ANC, y muchos sudafricanos se sienten frustrados por el alto desempleo y el creciente costo de vida.
La comisión electoral ha indicado que se esperan los resultados finales para el domingo, aunque podrían anunciarse antes.
Mientras el país espera el recuento final, la posibilidad de que el ANC pierda su mayoría podría presagiar una nueva era en la política sudafricana, lo que podría conducir a una gobernanza de coalición por primera vez desde el fin del apartheid.