DURBAN, Sudáfrica — El Congreso Nacional Africano (ANC) admitió su derrota en la segunda provincia más grande de Sudáfrica, KwaZulu-Natal, tras una dramática caída en el apoyo durante las recientes elecciones provinciales. El ANC, que alguna vez gobernó la provincia con una mayoría absoluta, ahora ha caído al tercer lugar.
Con casi todos los resultados contados, el Partido MK del ex presidente Jacob Zuma ha pasado a la vanguardia, obteniendo el 45% de los votos en las elecciones para la legislatura provincial. El Partido de la Libertad Inkatha (IFP) reclamó el segundo lugar con un 18%, mientras que el porcentaje de votos del ANC se desplomó hasta el 17%, una caída significativa desde el 54% que obtuvo en las elecciones de 2019.
«Nos sentimos honrados por el electorado y aceptamos el resultado», dijo el portavoz del ANC KwaZulu-Natal, Mafika Mndebele, en una entrevista con la estación de televisión local Newzroom Afrika. También mencionó que el ANC está en contacto con otros partidos para formar un gobierno de coalición estable en la provincia.
El ascenso del Partido MK en KwaZulu-Natal se puede atribuir en gran medida a Jacob Zuma, quien anunció en diciembre que haría campaña para el partido. Zuma, que siempre ha mantenido seguidores leales en su provincia natal, afirmó que no podía apoyar a un ANC dirigido por su sucesor, el presidente Cyril Ramaphosa. La presidencia de Zuma, empañada por acusaciones de corrupción que él niega, terminó en 2018 cuando Ramaphosa asumió el poder.
Actualmente, MK está cuestionando algunos de los resultados electorales en KwaZulu-Natal, con la esperanza de que un recuento les asegure una mayoría absoluta y elimine la necesidad de un gobierno de coalición.
Zuma, el primer líder de KwaZulu-Natal en convertirse en presidente de Sudáfrica después del fin del apartheid, ha tenido una carrera política tumultuosa. Después de verse obligado a dimitir como presidente, fue sentenciado a 15 meses de prisión por desafiar una orden judicial de cooperar con una investigación judicial sobre corrupción durante sus nueve años de presidencia. A pesar de su condena que le impide ocupar un escaño en el parlamento nacional o provincial, Zuma sigue siendo el líder del Partido MK.
En un intento por sofocar los disturbios entre los partidarios de Zuma, que se amotinaron tras su encarcelamiento, el presidente Ramaphosa lo puso en libertad después de cumplir tres meses de su condena. Zuma sigue afirmando que las acusaciones de corrupción en su contra son parte de una conspiración política.