JOHANNESBURGO, SUDÁFRICA — El ex presidente sudafricano Jacob Zuma criticó el jueves al tribunal más alto del país y a sus antiguos aliados en el gobernante Congreso Nacional Africano (ANC) por su descalificación para las elecciones de la próxima semana, y prometió luchar por sus derechos “de manera disciplinada”.
Los comentarios de Zuma se hicieron en un mensaje de video dirigido al pueblo de Sudáfrica y publicado en las redes sociales, apenas seis días antes de una votación nacional potencialmente crucial. El ex líder de 82 años manifestó su intención de hacer campaña contra el ANC, que alguna vez dirigió, con su nuevo partido político, a pesar de que se le prohibió presentarse como candidato al Parlamento.
Zuma fue inhabilitado el lunes por el Tribunal Constitucional en virtud de una disposición constitucional que establece que cualquier persona que haya sido condenada a una pena de prisión de 12 meses o más sin opción a una multa no puede presentarse al Parlamento hasta cinco años después de cumplir su condena. En 2021, Zuma fue condenado a 15 meses de prisión por desacato por el mismo tribunal por negarse a testificar en una investigación sobre corrupción.
En su mensaje en video, Zuma se presentó como víctima de un sistema legal sesgado e instó a los sudafricanos a “adoptar una postura para corregir los errores de este país”. Destacó su deseo de paz, igualdad y libertad, aclarando que su mensaje no era un llamado al malestar. Sin embargo, sus críticas al tribunal supremo podrían ser preocupantes para muchos sudafricanos que tienen en alta estima su constitución, que garantiza la libertad y los derechos de las personas de todas las razas después del apartheid.
Refiriéndose a los jueces del Tribunal Constitucional que dictaminaron sobre su descalificación como “amigos eruditos”, Zuma afirmó que habían restringido su libertad y su democracia. “He tomado la decisión de seguir luchando… de diferentes maneras para convencer a todos de que tengo razón. Los amigos eruditos no”, dijo Zuma. “Continuaré, de manera disciplinada, luchando por mis derechos”.
Las opciones de Zuma para apelar su descalificación son limitadas, ya que el Tribunal Constitucional es la máxima autoridad en cuestiones constitucionales. Su inesperado regreso a la política a finales del año pasado con su recién formado uMkhonto we Sizwe (Partido MK) ha sacudido la política sudafricana en un momento vulnerable para el ANC. El partido que gobierna desde hace mucho tiempo, en el poder desde el fin del apartheid en 1994, corre el riesgo de perder su mayoría por primera vez en esta elección.
Los analistas esperan que el nuevo partido de Zuma erosione aún más el apoyo cada vez menor del ANC, lo que representa otra amenaza a sus posibilidades de mantener una mayoría. Zuma ha dirigido feroces críticas al actual presidente Cyril Ramaphosa, quien alguna vez fue su vicepresidente, aumentando las tensiones en torno a lo que se considera la elección más importante del país en 30 años.
Las autoridades sudafricanas han aprendido a tomar en serio la influencia de Zuma. Su encarcelamiento en 2021 provocó una semana de disturbios, saqueos e incendios provocados, que provocaron más de 350 muertes y una de las peores violencias que ha visto el país desde el fin del apartheid. A medida que la nación se acerca a las próximas elecciones, las acciones y declaraciones de Zuma continúan resonando, sumándose a lo que ya está en juego.