KIGALI, RUANDA – El gobierno de Ruanda ha refutado las afirmaciones de que apoyó a un grupo rebelde acusado de lanzar un ataque con granadas en Bujumbura, el centro económico de Burundi.
El ataque, ocurrido el viernes, provocó heridas a al menos 38 personas, según el portavoz del Ministerio del Interior de Burundi, Pierre Nkurikiye.
Nkurikiye ha acusado a los autores del ataque de haber sido «reclutados, entrenados e incluso equipados con armas en Ruanda y por Ruanda». Sin embargo, el gobierno de Ruanda emitió un rotundo desmentido el domingo, afirmando que «no tiene absolutamente ninguna conexión» con el incidente y «no hay razón para estar involucrado» en tales acciones.
En una declaración formal, el gobierno de Ruanda instó a Burundi a abordar sus cuestiones internas de forma independiente y abstenerse de implicar a Ruanda en «asuntos tan despreciables».
La negación también se produce en medio de tensiones actuales entre Ruanda y sus vecinos, Burundi y la República Democrática del Congo, los cuales han acusado a Ruanda de apoyar actividades rebeldes dentro de sus fronteras. Ruanda ha negado sistemáticamente estas acusaciones.
Además, el grupo Red Tabara, acusado de llevar a cabo el ataque con granadas, ha negado cualquier implicación, afirmando que «no ataca a civiles inocentes».
Esta negación añade otra capa de complejidad a los conflictos regionales y los desafíos de establecer responsabilidades en tales acusaciones transfronterizas.