Matsapha, Esuatini — Una importante investigación realizada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) ha descubierto la existencia de dos refinerías de oro fantasmas en Eswatini, revelando una compleja red de transacciones financieras que canalizan millones de dólares hacia Dubai.
Este descubrimiento ha ensombrecido lo que alguna vez fue promocionado como un plan audaz del rey Mswati III para transformar una gran extensión de tierra agrícola en una próspera zona económica: el Parque Real de Ciencia y Tecnología.
Situada con un telón de fondo de colinas y campos de caña de azúcar cerca de la pequeña ciudad industrial de Matsapha, la tierra fue históricamente el hogar de Musa Motsa, un trabajador agrícola de 51 años, y aproximadamente otros 180 residentes.
En 2012, estas personas fueron expulsadas por la fuerza para dar paso al desarrollo de la zona económica especial (ZEE), destinada a estimular el crecimiento económico bajo la iniciativa directa del rey de Eswatini.
Sin embargo, el área ahora está prácticamente vacía, salpicada de terrenos no utilizados y un único complejo de oficinas gubernamentales.
El pretendido oasis de avances empresariales y tecnológicos no se ha materializado, dejando atrás una tierra fantasma donde alguna vez prosperó la vida comunitaria.
La investigación ha puesto de relieve que la ZEE, en lugar de atraer empresas legítimas, parece haber sido explotada para realizar maniobras financieras que benefician a unos pocos elegidos. Se descubrió que las dos empresas, Mint of Eswatini Pty. Ltd. y RME Bullion Pty. Ltd., supuestamente establecidas dentro de la ZEE, no existían más allá del papel.
Estas entidades han levantado sospechas en el Banco Central de Eswatini y la Unidad de Inteligencia Financiera de Suazilandia (ahora conocida como Unidad de Inteligencia Financiera de Eswatini), generando preocupaciones sobre el posible lavado de dinero y evasión fiscal facilitados a través de las lagunas regulatorias de la ZEE.
Para complicar aún más las cosas, las conexiones con la familia real han estado implicadas en las dudosas actividades que rodean las refinerías fantasmas.
Keenin Schofield, un joyero suazi y uno de los yernos del rey Mswati III, previamente multado por contrabando de diamantes, junto con Alistair Mathias, un hombre de negocios canadiense con conexiones políticas involucrado en el comercio de oro, han sido temas de especial preocupación para los organismos de control financiero del país. .
Las revelaciones han puesto en duda la eficacia y la posición ética de la ZEE como herramienta para el desarrollo económico.
En lugar de atraer inversiones productivas, la zona puede haber servido como conducto para flujos financieros ilícitos, socavando el tejido económico y social de Eswatini, un país que ya enfrenta un alto desempleo y la mayor prevalencia de VIH entre adultos del mundo.
Las autoridades de Eswatini, junto con los organismos internacionales, enfrentan una presión significativa para abordar estas acusaciones e implementar una supervisión estricta para evitar una mayor explotación de la zona económica.
Mientras tanto, la comunidad local, aún recuperada del desplazamiento, continúa lidiando con las repercusiones de un proyecto que ha alterado radicalmente sus vidas sin generar los beneficios económicos prometidos.