Un arzobispo peruano que demandó a dos periodistas por sus informes sobre abusos sexuales y corrupción financiera en su movimiento religioso Sodalicio de Vida Cristiana renunció en medio de una investigación del Vaticano.
El Papa Francisco aceptó este martes la renuncia del arzobispo de Piura, José Eguren. A sus 67 años, le faltan varios años para alcanzar la edad normal de jubilación de los obispos, que es de 75 años.
En su breve anuncio el Vaticano no dijo por qué Eguren renunció y no hubo ninguna declaración publicada de inmediato en el sitio de internet de la arquidiócesis de Piura.
Pero en 2023 el Vaticano inició una investigación en profundidad sobre abusos e irregularidades financieras en el Sodalicio, con sede en Perú, al que pertenece Eguren.
El Vaticano ha puesto el ojo en el Sodalicio, que tiene filiales en Sudamérica y Estados Unidos, durante más de una década. En 2017, un informe encargado por la nueva dirección del grupo determinantes que su fundador, Luis Fernando Figari, sodomizó a sus reclutas y los sometió a humillantes abusos psicológicos y otros abusos sexuales.
Esos abusos salieron a la luz por primera vez en 2015 gracias a los informes de los periodistas peruanos Pedro Salinas y Paola Ugaz. Además de los propios abusos de Figari, sus informes expusieron el presunto desalojo forzoso de campesinos de tierras en la diócesis de Eguren por parte de un promotor inmobiliario vinculado al Sodalicio.
En 2018, Eguren demandó por difamación a Salinas y Ugaz, solicitando alrededor de 100.000 dólares en total y pena de cárcel por lo que, según él, era un daño a su honor y reputación. Renunció a la demanda por difamación agravada en 2019, luego de ser criticado incluso dentro de la iglesia peruana.
El año pasado, el Vaticano envió a sus dos principales investigadores de abusos sexuales al Perú para investigar no sólo las acusaciones de abusos sexuales y psicológicos todavía en el Sodalicio, sino también las acusaciones de corrupción financiera.
Los detalles del informe no han sido publicados, pero Salinas sugirió que la destitución de Eguren estaba directamente relacionada con la investigación del Vaticano y una posible señal de que podrían tomarse otras medidas. El propio Salinas fue víctima de Figari y ha estado a la vanguardia del intento de responsabilizar al Sodalicio; Ugaz, por su parte, se reunió con Francisco en 2022.
“Esto es inédito y debe interpretarse como el preámbulo de algo más grande: la posible supresión del Sodalicio”, dijo Salinas en un mensaje a The Associated Press
Figari fundó el Sodalicio de Vida Cristiana en 1971, como una comunidad laica para reclutar “soldados para Dios”. Fue una de varias sociedades católicas nacidas como una reacción conservadora al movimiento de izquierda de la Teología de la Liberación que se expandió por América Latina a partir de la década de 1960.
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