Lagos, Nigeria (TAE)-En un giro dramático de los acontecimientos, Paul Onwuanibe, un destacado empresario nigeriano, recibió una notificación de las autoridades del estado de Lagos a finales de marzo, exigiendo la demolición de su complejo multimillonario Landmark Beach. El complejo, un famoso destino en la isla Victoria, será demolido para dar paso a una nueva carretera costera de 700 kilómetros que se extenderá desde Lagos hasta Calabar, cerca de la frontera con Camerún.
La orden afirmaba que el complejo «cae dentro del derecho de paso» de la carretera planificada, un proyecto aprobado el 27 de febrero por las autoridades federales, cuyo objetivo es unir rutas icónicas como la Wild Atlantic Way de Irlanda y la Pacific Coastal Highway de Estados Unidos. Esta ambiciosa carretera contará con una amplia infraestructura, incluidos cinco carriles a cada lado y una vía central de tren, con una inversión total superior a 1,06 billones de naira (841 millones de dólares).
Onwuanibe, que trasladó sus inversiones a África en 2007, ha invertido entre 80 y 90 millones de dólares en el sitio Landmark, creando un ecosistema vibrante que incluye un campo de minigolf, un campo de fútbol playa y otras instalaciones recreativas. El sitio no sólo sirve como una importante atracción turística, atrayendo alrededor de un millón de visitantes el año pasado, sino que también proporciona más de 4.000 puestos de trabajo y genera importantes ingresos fiscales.
La demolición propuesta ha provocado una fuerte reacción de Onwuanibe y otras partes interesadas, incluidos inversores extranjeros y locales que ahora están considerando retirar su apoyo, por temor al impacto en sus inversiones. Esta situación pone de relieve preocupaciones más amplias con respecto a la inversión extranjera directa en el estado de Lagos y el entorno económico más amplio de Nigeria, que ya está lidiando con desafíos como la alta inflación y los crecientes niveles de deuda.
Las preocupaciones ambientales y económicas también están en primer plano, y expertos como la consultora Similade Adeodun, con sede en Lagos, piden evaluaciones integrales del impacto ambiental y social. Adeodun sugiere que el gobierno debería explorar la posibilidad de preservar la playa o considerar rutas alternativas que causarían menos perturbaciones económicas y ecológicas.
A pesar de reconocer los beneficios potenciales de la carretera para conectar regiones vitales, Onwuanibe espera una reevaluación del proyecto que minimice el daño a las empresas locales y al medio ambiente. Su objetivo es participar en debates que puedan conducir a una solución beneficiosa para todos, equilibrando el desarrollo con la preservación de las actividades económicas existentes. A medida que se desarrolla la situación, la comunidad espera la decisión del gobierno, esperando resultados que consideren tanto el potencial económico de la nueva carretera como las inversiones existentes en Landmark Beach.