Lomé, Togo – El malestar político se está gestando en Togo mientras activistas y líderes de la oposición instaban a los ciudadanos a protestar contra una nueva reforma constitucional que podría extender el gobierno del presidente Faure Gnassingbé indefinidamente. Este llamado a la acción se produce después de que los legisladores del país aprobaran el controvertido proyecto de ley a principios de esta semana, que ahora espera la firma del presidente Gnassingbé para convertirse en ley.
La constitución propuesta introduce cambios significativos en el panorama político de Togo, en particular al eliminar futuras elecciones presidenciales y otorgar al parlamento la autoridad para seleccionar al presidente. Los críticos argumentan que esto podría allanar el camino para que el presidente Gnassingbé, que ha estado en el poder desde 2005, consiga la reelección cuando finalice su actual mandato en 2025.
Según la nueva constitución, el papel del presidente estaría aparentemente limitado al introducir un límite de un mandato y transferir más poder a una figura de primer ministro, oficialmente denominada presidente del consejo de ministros. Este individuo, que sería seleccionado del partido o coalición mayoritario después de las elecciones legislativas, cumpliría un mandato de seis años sin límite de mandato. Además, la reforma amplía los mandatos presidenciales de cinco a seis años, y las casi dos décadas en el cargo del Presidente Gnassingbé no cuentan para el límite.
A pesar de estas disposiciones, que según algunos expertos jurídicos podrían reducir el poder del presidente, la oposición teme que representen un intento velado de Gnassingbé de mantener su control del poder. La posibilidad de que el presidente del Consejo de Ministros se convierta en representante de la continuidad del gobierno de Gnassingbé ha hecho saltar las alarmas.
En respuesta a los cambios inminentes, la Iglesia católica togolesa ha expresado su oposición y ha pedido consultas más amplias y un debate nacional más inclusivo. «Un tema tan importante, que cambiará profundamente la vida política del país, debe dar lugar a una amplia consulta», afirmó la Conferencia de Obispos Católicos Togoleses, subrayando la importancia del diálogo y del consenso.
Los intentos de la oposición de generar disidencia pública encontraron resistencia por parte de las autoridades. La policía dispersó abruptamente una conferencia de prensa organizada por líderes de la oposición el miércoles, lo que puso de relieve la tensa atmósfera que rodea el debate sobre la reforma constitucional.
Expertos jurídicos, incluido Zeus Ajavon, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Lomé, han criticado el proceso, argumentando que es necesario un referéndum para una reforma constitucional tan significativa. La declaración de Ajavon resalta las preocupaciones legales y democráticas profundamente arraigadas que rodean los cambios propuestos.
La situación política en Togo sigue siendo muy volátil y la oposición ha prometido luchar contra lo que describen como un «golpe de Estado constitucional». A medida que se acercan las elecciones legislativas y regionales del 20 de abril, el país se encuentra en una encrucijada, enfrentando decisiones que podrían alterar significativamente su tejido democrático y su futuro político.