Desde su histórico debut en 1985 Psicocandy, Jesus and Mary Chain prosperó gracias a la tensión familiar entre William y Jim Reid, los hermanos en el corazón de la banda. La fricción que estimuló su arte durante su apogeo finalmente resultó ser su perdición, culminando en una notoria implosión en el escenario en el House of Blues de Los Ángeles en septiembre de 1998. Los Reid finalmente inmortalizan ese incidente en “jamcod”, el primer sencillo de Ojos de Glasgowun álbum que responde a la pregunta: ¿Cómo sonaría una Armoniosa Cadena de Jesús y María?
Ojos de Glasgow es sólo el segundo álbum de material nuevo que la banda ha lanzado desde que se reunió en 2007. Después de casi una década separados, los Reid arreglaron las cosas para poder encabezar Coachella, luego pasaron otros 10 años descubriendo cómo avanzar como unidad creativa. Resurgieron en 2017 con Daño y alegríacoproducida con Youth, a quien los Reid contrataron porque creían que podrían necesitar un mediador. Daño y alegría ofreció un giro mejorado a la mezcla característica de JAMC de sordidez del rock y drones de ensueño, evidencia de que el grupo aún podría entregar material nuevo pero sugiriendo que podrían estar en peligro de reciclar ideas pasadas. Los hermanos Reid optaron por hacer frente al estancamiento que se avecinaba produciendo Ojos de Glasgow ellos mismos, revitalizando su rock'n'roll enfocándose en sintetizadores, no en pedales.
La electrónica siempre ha estado al acecho dentro del sonido de Jesus and Mary Chain, dando forma a los ritmos de Tierras Oscuras y acentuando los siniestros y saturados tonos de Automático. Ojos de Glasgow Cambia el énfasis: los sintetizadores a menudo toman protagonismo, dejando a las guitarras como puntuación o textura. El cambio de dirección es evidente desde el momento en que “Venal Joy” comienza con un zumbido de electrónica respaldado por primitivos tambores secuenciados. “Venal Joy” es insistente pero no combativa, lo que demuestra la capacidad de Jesus and Mary Chain para doblar sintetizadores de la vieja escuela para que suenen como el noise-pop que es su especialidad.
Gastan gran parte de Ojos de Glasgow persiguiendo la electrónica retro hasta una conclusión lógica. Ya sea el burlón “American Born” o el ritmo relajado de “Discotheque”, el grupo termina tocando una nueva ola turbia que camina en la línea entre el homenaje y la sátira. Algunas excepciones puntuales llegan durante los paseos del dúo por las últimas páginas del rock. “Hey Lou Reid” se divide entre garage con tonos difusos y olas oceánicas de rasgueos (los dos lados de Velvet Underground combinados en un saludo) y “The Eagles and the Beatles” está impulsada por un riff que asiente deliberadamente en “I Love Rock”. 'n Roll”, el glam rockero de Arrows que Joan Jett & the Blackhearts convirtieron en un estándar en 1981 (no debe confundirse con “I Love Rock 'n’ Roll” de JAMC, que abrió su álbum de 1998 Munki).