En un importante cambio de política, el Presidente Bola Tinubu de Nigeria ha introducido una moratoria de tres meses sobre los viajes al extranjero financiados con fondos públicos para ministros y otros funcionarios gubernamentales, a partir del 1 de abril. La decisión, articulada por el Jefe de Gabinete del Presidente, Femi Gbajabiamila, surge de las preocupaciones apremiantes por el «costo creciente de los gastos de viaje» en que incurren los funcionarios públicos. Esta medida se considera un paso fundamental para abordar los crecientes desafíos fiscales de Nigeria y promover una gobernanza responsable.
El presidente Tinubu, que asumió el cargo en mayo, ha enfrentado críticas por la frecuencia de sus viajes al extranjero. A pesar de sus compromisos internacionales, el Presidente ha sido objeto de escrutinio por exceder significativamente el presupuesto de viaje asignado. Según informes del periódico nigeriano Puñetazocitando a GovSpend—una plataforma de tecnología cívica que monitorea el gasto gubernamental—los gastos de viaje del presidente Tinubu en los primeros seis meses de su mandato superaron el presupuesto de 2023 en un 36%, ascendiendo a al menos 3.4 mil millones de naira ($2,2 millones; £1,8 millones).
Esta nueva prohibición de viajar es parte de los esfuerzos más amplios del presidente Tinubu para mitigar la reacción pública por el gasto gubernamental en medio de una de las crisis de costo de vida más graves de Nigeria en décadas. Las dificultades económicas han provocado un descontento generalizado y exigen una gestión fiscal más prudente. En respuesta, a principios de este año, el Presidente anunció una reducción de alrededor del 60% en el tamaño de la delegación de viaje oficial, lo que también afectó a su séquito.
Según la nueva regulación, los funcionarios del gobierno requerirán la aprobación expresa del presidente para cualquier viaje al extranjero que se considere «absolutamente necesario», y las solicitudes deberán realizarse con al menos dos semanas de anticipación. El Jefe de Gabinete, Gbajabiamila, enfatizó que la suspensión temporal tiene como objetivo garantizar que los funcionarios se concentren en sus deberes internos, mejorando así la prestación de servicios al pueblo nigeriano.
La iniciativa plantea dudas sobre si el presidente Tinubu aplicará las mismas restricciones a su itinerario de viaje. Su administración ha defendido sus viajes al extranjero como esenciales para abordar los desafíos económicos que enfrenta el país. Sin embargo, con la implementación de la prohibición de viajar, el gobierno señala su compromiso con la responsabilidad fiscal y la atención a las necesidades de sus ciudadanos.
Mientras Nigeria se prepara para el impacto de esta política, la medida es ampliamente considerada como una prueba de la determinación de la administración de frenar los gastos innecesarios y volver a centrarse en los desafíos internos. El éxito de esta prohibición podría sentar un precedente para futuras prácticas de gobernanza en Nigeria y potencialmente en otras naciones que enfrentan problemas fiscales y económicos similares.