Nick Candy se comprometió a involucrar a los fanáticos del Chelsea si el magnate inmobiliario británico tiene éxito en su intento de comprar el club en problemas de la Premier League.
Se cree que Candy presentó una oferta de más de 2.000 millones de libras esterlinas (2.600 millones de dólares) por el equipo de su infancia antes de la fecha límite del viernes y prometió dar a los aficionados una participación de propiedad de una «acción de oro».
En un día frenético en Stamford Bridge, el expresidente del Liverpool, Martin Broughton, y el presidente de World Athletics, Sebastian Coe, también presentaron una oferta conjunta.
Los propietarios de los Cachorros de Chicago, la familia Ricketts, hicieron lo mismo, mientras que el consorcio del copropietario de los Dodgers de Los Ángeles, Todd Boehly, también hizo una oferta confirmada.
Se informa que hay varias otras ofertas firmes sobre la mesa, pero Candy es una de las favoritas.
Candy emitió un extenso comunicado al confirmar la presentación de su oferta, prometiendo cancelar el préstamo a Chelsea Pitch Owners para salvaguardar el futuro de los Blues en Stamford Bridge.
El jugador de 49 años ha prometido una renovación total del estadio, donde su experiencia inmobiliaria podría salir a la luz.
Candy se ha asociado con las firmas surcoreanas Hana Financial Group y C&P Sports Group en su Blue Football Consortium.
«Chelsea es uno de los clubes de fútbol profesional más icónicos y exitosos del mundo, con una rica herencia, seguidores en todo el mundo y una marca muy valiosa», dijo Candy.
«Los clubes de fútbol son activos comunitarios y culturales de vital importancia, y esta es una oportunidad única en la vida para devolver el fútbol a los fanáticos y ponerlos en el centro de las operaciones y la estrategia de un club de fútbol líder en el mundo.
«Creo que Chelsea tiene todos los fundamentos para convertirse en el club deportivo más valioso y respetado del mundo y una fuerza para el bien común en todo lo que hace».
Roman Abramovich puso a la venta el Chelsea el 2 de marzo, en medio de la invasión rusa de Ucrania.
El hombre de 55 años fue sancionado por el gobierno del Reino Unido la semana pasada, luego de que Downing Street afirmara haber demostrado sus vínculos con Vladimir Putin.
El multimillonario ruso Abramovich siempre ha negado esos vínculos, pero el gobierno ha congelado los activos del Reino Unido.
Al Chelsea se le ha permitido continuar sus operaciones bajo una licencia especial, pero Abramovich no puede beneficiarse de la venta.
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