Existen límites prácticos a la altura a la que se pueden desplegar aerosoles en la atmósfera para desviar la luz solar entrante y contrarrestar el calentamiento global. Las inyecciones a gran altura podrían ser más efectivas, pero dicha intervención climática conlleva costos y riesgos de seguridad sustancialmente mayores, según una nueva investigación publicada hoy en Comunicaciones de investigación ambiental.
Siguiendo un estudio destacado en 2018 que aclaró las tecnologías de loft mediante las cuales sería factible emprender la geoingeniería solar, el nuevo informe es el primero en evaluar la seguridad y la rentabilidad del despliegue a una altitud de 25 km. El informe responde directamente a una pregunta planteada por la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina de EE. UU. en un estudio histórico en marzo de 2021 que reconoció la necesidad de investigación adicional sobre la viabilidad de depositar aerosoles muy por encima de los 20 km.
Wake Smith, el autor principal del estudio, dice: «Esta conclusión debería alterar la forma en que los modelos de intervención climática se ejecutan a nivel mundial y muestra que los límites prácticos deben sopesarse frente a la eficacia radiativa en el diseño de programas de geoingeniería solar».
Varios estudios destacados durante la última década han señalado que el despliegue de aerosoles estratosféricos a una altitud de 25 km sería más efectivo que a 20 km, lo que hace que los modeladores climáticos incorporen comúnmente tales despliegues elevados en sus estudios. Como referencia, los aviones comerciales y los jets militares vuelan rutinariamente cerca de 10 km, mientras que 20 km es el ámbito de los aviones espía y drones de alto vuelo. La planificación de cientos de miles de vuelos anuales de implementación de geoingeniería solar a altitudes inaccesibles incluso para los aviones espía de élite no solo aumentaría sustancialmente los costos, sino que también plantearía riesgos de seguridad inaceptables para las tripulaciones de vuelo, las aeronaves y el público no involucrado en tierra.
Según Smith, «Hay un techo en el cielo por encima del cual los aviones tradicionales no pueden operar, y 25 km están por encima de él».
¿Podría realmente funcionar un programa de fumigación atmosférica contra el calentamiento global?
Wake Smith et al, Revisión de posibles plataformas a gran altitud para la inyección de aerosoles estratosféricos, Comunicaciones de investigación ambiental (2022). DOI: 10.1088/2515-7620/ac4f5d
Citación: Nuevo estudio de investigación: ‘El cielo no es el límite’ para la geoingeniería solar (14 de marzo de 2022) recuperado el 14 de marzo de 2022 de https://phys.org/news/2022-03-sky-limit-solar-geoengineering.html
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