SHANGHÁI (Reuters) – Los casos diarios de COVID-19 en el centro de fabricación del sur de la provincia de Guangdong podrían aumentar a más de 75.000 si se eliminan las restricciones y se permite que los viajes se recuperen a una quinta parte de los niveles previos a la pandemia, dijo el organismo de control de enfermedades de China.
A medida que los esfuerzos de China para mantener su estrategia «cero-COVID» están bajo un escrutinio creciente, Guangdong, que limita con Hong Kong, se encuentra en la primera línea de un nuevo brote alimentado por variantes altamente infecciosas como Omicron.
La ciudad de Shenzhen suspendió el transporte público, realizó pruebas masivas y aconsejó a los residentes que se quedaran quietos mientras intenta frenar un brote que vio 75 casos nuevos el domingo.
La implementación continua de «intervenciones no farmacéuticas» (NPI, por sus siglas en inglés), como mandatos de uso de mascarillas, distanciamiento social y confinamientos, mantendrá las infecciones en un nivel manejable, según un estudio publicado por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China (CCDC).
«A medida que aumenta la vacunación de refuerzo en 2022, los viajes internacionales entrantes podrían aumentar ligeramente, pero se debe mantener una estrategia de supresión para garantizar que la epidemia de COVID-19 resultante pueda mantenerse bajo control», dijo.
El estudio de CCDC, publicado en su boletín semanal el viernes, utilizó modelos basados en datos del mundo real para mostrar el impacto de la flexibilización de las restricciones. Los autores no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios.
Los modelos mostraron que si se mantuviera la estrategia de supresión actual, incluida la cuarentena de dos semanas para los visitantes entrantes, las infecciones podrían mantenerse bajas incluso con una recuperación del 20 % en los viajes.
Sin embargo, un cambio a una estrategia de «coexistencia», con la eliminación de la mayoría de las NPI, llevaría los casos anuales a 6,85 millones y las muertes a 64.626. Si los viajes se recuperaran por completo a los niveles de 2019, los casos superarían los 10 millones durante el año.
Además de Shenzhen, otras ciudades de China también han tomado medidas enérgicas para contener el último brote, con Shanghai sellando distritos enteros y cerrando escuelas.
(Reporte de David Stanway; edición de Jane Wardell)