Hombres armados atacaron a un grupo de Médicos Sin Fronteras en Sudán cuando los trabajadores humanitarios entregaban suministros médicos a un hospital en la ciudad capital, dijo la organización benéfica médica en medio de combates de meses entre el ejército de la nación y las fuerzas paramilitares.
Los atacantes atacaron violentamente el jueves a un equipo de 18 personas que trabajaban para la organización de ayuda mundial cuando intentaban llevar suministros al Hospital Turco en el sur de Jartum, dijo el grupo de ayuda en un comunicado.
Reuters no pudo confirmar de forma independiente el incidente, y los representantes del Ministerio de Salud de Sudán no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios. No estaba claro cuál de las facciones rivales pudo haber estado detrás del presunto ataque.
“Después de discutir sobre los motivos de la presencia de MSF, los hombres armados agredieron agresivamente al equipo de MSF, golpeándolos y azotándolos físicamente”, escribió la organización benéfica, también conocida como Médicos Sin Fronteras (MSF). “Detuvieron al conductor de un vehículo de MSF, amenazaron su vida antes de liberarlo y robaron el vehículo”.
Los enfrentamientos estallaron el 15 de abril entre el ejército sudanés y el grupo paramilitar Rapid Support Forces, expulsando a los civiles de la región de la capital en general y desencadenando ataques por motivos étnicos en la región occidental de Darfur.
Aquellos que no han huido del país africano se han enfrentado a una grave crisis humanitaria, con escaso acceso a agua potable, atención médica y otros servicios esenciales mientras los grupos de ayuda se apresuran a ayudar.
MSF dijo que el incidente puso en peligro sus actividades en el hospital, uno de los dos únicos que permanecen abiertos en el sur de Jartum.
“Si vuelve a ocurrir un incidente como este, y si nuestra capacidad para mover suministros continúa obstruida, lamentablemente, nuestra presencia en el Hospital Turco pronto se volverá insostenible”, dijo Christophe Garnier, gerente de emergencias de MSF para Sudán, y agregó que se necesitaban garantías mínimas de seguridad para continuar con su trabajo.
Los esfuerzos de mediación regionales e internacionales hasta ahora no han logrado poner fin a los enfrentamientos, y los funcionarios de la ONU temen que Sudán pueda caer en una guerra civil.