Todo comenzó como una represión contra los inmigrantes africanos, pero ahora ha degenerado en una gran crisis, ya que Túnez sigue decidido a endurecer las restricciones de inmigración.
Miles se han visto obligados a huir de la represión racial, una acción que estalló inicialmente después de un discurso del presidente Kais Saied en febrero pasado, donde dijo a las fuerzas de seguridad que expulsaran a todos los inmigrantes ilegales.
El presidente Saied ha defendido su discurso, llamando a la migración una conspiración para cambiar la demografía de Túnez para hacerlo más africano y menos árabe.
A pesar de varias condenas de organismos globales, incluida la Unión Africana, Saied los denunció.
Ahora las tensiones han empeorado con los propietarios desalojando sumariamente a miles de sus hogares por la fuerza.
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¿Qué desencadenó los últimos desalojos?
Los últimos desalojos fueron provocados por el asesinato de un hombre tunecino este mes durante un altercado con algunos inmigrantes en Sfax.
“¡Vamos a vengar su muerte!” los jóvenes cantaron en el funeral de la víctima, según imágenes de video publicadas en línea.
Faouzi Masmoudi, portavoz del tribunal de Sfax, dijo que la policía arrestó a tres africanos subsaharianos sospechosos de ser responsables del asesinato del tunecino.
Hubo disturbios y un ataque a los migrantes, dejando algunos heridos. Los disturbios en Sfax duraron una semana.
Los residentes allí se quejaron del comportamiento desordenado de los inmigrantes, pero los inmigrantes también se quejaron del acoso racista.
Miles de inmigrantes indocumentados han acudido en masa a Sfax en los últimos meses con la esperanza de llegar a Europa en barcos operados por traficantes de personas.
Según el informe de un grupo de ONG local, durante los ataques de represalia, algunos migrantes fueron arrojados desde balcones y otros atacados con espadas.
Crackdown llega a la etapa brutal
La represión en Túnez se ha convertido ahora en un escenario muy brutal con los inmigrantes desalojados y trasladados a una desolada zona militar del Sáhara en la frontera con Libia.
Una migrante, Louise Fallone, le dijo a la BBC en su reportaje sobre la crisis que su situación se ha vuelto insoportable.
“A las 2 de la madrugada, adolescentes tunecinos atacaron… Nos arrojaron piedras y me pusieron un cuchillo en la garganta. Tomé a mi bebé y huí sin ropa.
Mi vecino tunecino me tiró una manta encima mientras corría. Tomaron mi dinero y rompieron todo lo que teníamos”, fue citado narrando.
Los testigos dicen que decenas se han visto obligadas a abandonar la ciudad, que es un punto de partida clave para las personas que buscan ingresar a la Unión Europea navegando hacia la isla italiana de Lampedusa.
Pero después de varias críticas, Túnez ahora ha trasladado a cientos de migrantes a refugios en dos ciudades.
Túnez ha dicho que simplemente está respondiendo a la gran cantidad de inmigrantes del África subsahariana que buscan salir de sus costas hacia Europa.
Los grupos de derechos locales e internacionales dicen que el enfoque está poniendo en peligro vidas. Las mujeres y los niños se encuentran entre los objetivos de la represión.
Tunecinos protestan contra las detenciones ilegales