El artista y activista cubano Luis Manuel Otero Alcántara, encarcelado en Cuba desde hace dos años, ha hecho un llamado a “las personas de conciencia de todo el mundo para que apoyen nuestra lucha por liberarnos a nosotros mismos y a nuestro país” en una carta publicada ayer en el El Nuevo Herald.
“Hoy todo joven cubano es un preso político”, continúa. “Un artista censurado. Un exilio dentro y fuera de Cuba. Aunque seas cómplice del sistema, inevitablemente serás aplastado como los demás, porque ser joven es ser atrevido y temerario, con ganas de cambiar el mundo. Significa luchar por el amor, los sueños y la utopía. Pero estas cualidades son consideradas delitos en Cuba, y eso nos condena a todos al martirio”.
Otero Alcántara, de 34 años, está detenido en Guanajay, una prisión de máxima seguridad al sur de La Habana. Fue arrestado en julio de 2021 en medio de una ola de protestas antigubernamentales en Cuba por la caída del nivel de vida y sentenciado en junio de 2022 a cinco años de prisión. Su sentencia fue condenado por Amnistía Internacional como “emblemático” de cómo el régimen actual de Cuba “utiliza el sistema judicial para criminalizar las voces críticas”.
Otero Alcántara es líder del movimiento San Isidro, que se formó en 2018 para protestar contra la represión del presidente cubano Miguel Díaz-Canel contra la expresión creativa. Según los informes, el gobierno de Díaz-Canel ha encarcelado, procesado u obligado a exiliarse a decenas de artistas, activistas y periodistas cubanos. Al trabajar con otros artistas procesados, Otero Alcántara ayudó a amplificar la difícil situación de los manifestantes en la prensa de todo el mundo. En 2021, fue nombrado “ícono” por Tiempo revista en reconocimiento a su activismo.
Según Human Rights Watch, el artista fue procesado por una larga lista de cargos que incluyen desorden público, desacato y, en el caso de Otero Alcántara, “insultar a los símbolos nacionales” por su uso de la bandera cubana en la obra. drapeadoen el que lució o portó la bandera ininterrumpidamente durante un mes.
En agosto de 2022, su Cuenta de Twitter compartió anécdotas de las condiciones brutales en Guanajay. Según los informes, estuvo confinado en una celda de aislamiento con pocas oportunidades de ver la luz del sol y no recibió la alimentación ni la atención médica adecuadas.
“Todos los días son iguales”, escribe Otero Alcántara en el El Nuevo Herald. “La violencia es constante. Sólo cambia el cuerpo de uno. Se te cae el cabello y tu rostro envejece prematuramente por el dolor, la frustración y la tristeza. Tus amigos se van del país. Las caricias de los amantes se han ido. El paisaje sonoro aquí es siempre el mismo. Todo lo que escuchas es el murmullo de la muerte que se acerca lentamente”.
Continúa: “Todo lo que hicimos fue exigir el derecho a elegir nuestro futuro político y decir lo que pensamos”.