192 países y 125 alimentos diferentes: un estudio reciente del Complexity Science Hub revela interdependencias en el suministro mundial de alimentos. Aquí, los investigadores han descubierto los efectos profundos, también indirectos, del conflicto entre Rusia y Ucrania.
A más tardar, el conflicto entre Rusia y Ucrania reveló alto y claro que la cadena mundial de suministro de alimentos actúa como una red compleja, conectando naciones y facilitando la propagación de interrupciones de regiones locales a regiones distantes. «Sin embargo, los estudios anteriores a menudo se centran en las dependencias directas y pasan por alto las dependencias indirectas que resultan de la falta de disponibilidad de insumos esenciales, lo que dificulta una evaluación integral del sistema alimentario mundial», enfatiza el director de investigación Stefan Thurner del Complexity Science Hub.
LOS EFECTOS INDIRECTOS A MENUDO SUPERAN A LOS EFECTOS DIRECTOS
Para cerrar esta brecha, el equipo de investigación desarrolló un modelo de sistema alimentario global dinámico, incorporando datos de 192 países y territorios y abarcando 125 alimentos y productos agrícolas. «Este modelo nos permitió simular impactos en productos y países específicos, monitoreando de cerca los efectos posteriores en toda la cadena de suministro», explica Moritz Laber de Complexity Science Hub. Al cuantificar la reducción relativa en la disponibilidad del producto en comparación con un escenario de referencia (sin el shock), los investigadores obtuvieron información valiosa sobre la magnitud de estos shocks. Sorprendentemente, encontraron que los efectos indirectos a menudo excedían los efectos directos. Por ejemplo, un impacto en la producción de maíz en Ucrania provocó una disminución del 13 % en la disponibilidad de carne de cerdo en el sur de Europa. En comparación, un impacto en la producción de carne de cerdo de Ucrania tuvo un efecto insignificante de menos del 1%.
HASTA EL 85% DE PÉRDIDA DE MAÍZ
En una simulación del peor de los casos, donde la producción agrícola en Ucrania se perdió por completo debido al conflicto entre Rusia y Ucrania, el estudio reveló diversos efectos en productos y regiones de todo el mundo. “La pérdida de granos, particularmente maíz, llegó hasta el 85%, mientras que los aceites comestibles, especialmente el aceite de girasol, experimentaron pérdidas de hasta un 89%. Adicionalmente, ciertos tipos de carne, como las aves, sufrieron pérdidas de hasta un 25% en varios países», dice Laber. El número de productos para los que una región depende de Ucrania varía mucho: el sur de Europa es el más afectado, con 19 de 125 productos con pérdidas de más del 10 %, seguido de Asia occidental y el norte de África, donde este es el caso de 15 y 11 productos respectivamente.
Estos hallazgos enfatizan que las interrupciones de producción localizadas tienen implicaciones de gran alcance, que se extienden más allá de los límites geográficos a través de las relaciones comerciales y toda la cadena de producción. En consecuencia, es imperativo considerar tanto los efectos directos como los indirectos al estimar las pérdidas y formular intervenciones efectivas.
RIESGO NO SOLO DE LAS GUERRAS
A medida que el conflicto entre Rusia y Ucrania entra en su segundo año, los precios de los alimentos siguen estando por encima de los niveles de 2021, según el Consejo Europeo. Además, varios eventos, incluidos los eventos climáticos extremos, las crisis económicas y las tensiones geopolíticas, pueden desencadenar interrupciones similares. Esto subraya la importancia de explorar las interdependencias dentro de las cadenas mundiales de suministro de alimentos y obtener una comprensión integral de los impactos directos e indirectos de los impactos locales para crear conciencia entre los encargados de formular políticas y las partes interesadas sobre los riesgos que de otro modo se pasarían por alto dentro del sistema alimentario mundial.
Los hallazgos de esta investigación son un primer paso valioso para comprender la compleja dinámica de las cadenas mundiales de suministro de alimentos y su vulnerabilidad a las crisis locales. Se necesita más investigación para mapearlos a un nivel más granular considerando productos individuales y escalas subnacionales en una resolución temporal más alta. Además, en la actualidad, el modelo asume que los países no cambian de socios comerciales después de un shock. Sin embargo, la reestructuración de las relaciones comerciales puede exacerbar las desigualdades existentes, ya que los países más ricos pueden obtener los recursos restantes a precios más altos de proveedores alternativos.
En marzo, la CSH cofundó el Instituto Austriaco de Inteligencia de la Cadena de Suministro (ASCII) para contribuir aún más a hacer visibles las dependencias del suministro en el futuro.