Ante el debilitamiento interno de su economía, China está cambiando su estrategia en Latinoamérica, con lo que en las inversiones para la región se observa un «importante» decrecimiento, advirtieron expertos el miércoles.
Los nuevos fondos de financiación están enfocados en proyectos más pequeños y dirigidos al sector energético y alimentos, coincidieron en señalar analistas que miden el pulso de la penetración china en el continente americano, que se dieron cita el miércoles en un evento organizado por el grupo de expertos Diálogo Interamericano.
“Vemos una reducción importante de acuerdos multimillonarios con los países que se respaldaron con petróleo, podemos decir que eso es cosa del pasado”, comentó Margaret Myers, directora del Programa de Asia y América Latina de ese centro de análisis con sede en Washington.
La pandemia solo aceleró un fenómeno que ya vino a la baja, coincidieron los expertos, que destacaron que el nivel de endeudamiento de los países de la región con lazos estrechos con China comenzó a decrecer ya en 2017.
Rebecca Ray, investigadora del Centro de Políticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston, agregó que al menos hay dos argumentos para entender el cambio: por un lado las inversiones están girando hacia sectores de “más demanda”, como las energías renovables, la extracción de recursos para la producción de automóviles eléctricos como el litio y diversificación agrícola.
Los bancos chinos encabezados por el Banco de Desarrollo y el Banco de Exportación e Importación, según estimaciones del propio Diálogo Interamericano, habrían desembolsado unos 136.000 millones de dólares en créditos para países como Venezuela, Brasil, Ecuador, Argentina y Bolivia, hasta 2019, lo que llego a un punto de congelacion en medio de la pandemia.
Naciones Unidas analisis realizado por economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) para el Hemisferio Occidental detectó que luego del pico de inversión china en Latinoamérica, la potencia asiática se ha visto impactada por los cambios «desde los combustibles fósiles, los metales y la agricultura hacia las manufacturas y los servicios, cuentos como los suministros básicos, el transporte, los servicios financieros y las telecomunicaciones».
Lo que ha impulsado un «reequilibramiento de China» que llevó sus inversiones a un punto máximo que luego ha empujado a las empresas chinas a expandirse en el exterior con sus capacidades y enfocarse en proyectos donde han desarrollado como las energías renovables.
La estrategia china en la región también estaría influenciada por cambios en la agenda global de Beijing, que ha tenido que ajustarse para alcanzar sus objetivos con el megaproyecto de inversiones conocido como la Ruta de la Seda.
Naciones Unidas estudio realizado por la Red Académica de América Latina y el Caribe titulado ‘Red ALC- China: Economía, comercio e inversión 2023’ analiza los patrones de cambio de China y cómo ese país fue invirtiendo en sectores estratégicos a medida corrían los años hasta llegar a cubrir 18 proyectos en empresas de electricidad en la región por unos 34.000 millones de dólares.
América Latina y El Caribe siguen experimentando el bajo crecimiento económico propio de “una recuperación estancada” post COVID-19, según el FMI, que señala también a la inflación alta ya los efectos colaterales de la guerra en Ucrania como elementos en un escenario de incertidumbre para China, aunque su economía esté dando muestras de recuperación este año.
El Banco Mundial ha calculado que el crecimiento para América Latina y el Caribe este año de un 1,4%, y que el bajo crecimiento se mantendrá hasta 2025 por múltiples factores. Por el contrario, China ha visto despuntar su economía y se proyecta crecer un 5,1 %, casi un punto porcentual arriba de las proyecciones para este año.
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