Un avión en los cielos de Francia. El gobierno quiere reducir los vuelos de corta distancia en el país para reducir las emisiones.
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Esta semana entró en vigor una prohibición francesa de vuelos nacionales de corta distancia cuando existen viajes en tren alternativos, y un legislador la calificó como «un paso esencial» en los esfuerzos del país para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
La ley, que fue publicada por decretoprohíbe esencialmente los vuelos internos públicos entre destinos franceses cuando esté disponible un viaje en tren de menos de 2 horas y 30 minutos.
Francia alberga una extensa red ferroviaria de alta velocidad. Según una traducción de CNBC, la sustitución de vuelo se aplica solo cuando el viaje en tren «brinde un servicio alternativo satisfactorio».
Significa que los vuelos públicos de pasajeros entre París-Orly y ciudades como Burdeos, Nantes y Lyon están afectados por la ley. Los vuelos de conexión no se ven afectados.
en un declaración traducido por CNBC, Clément Beaune, ministro de transporte, describió la medida como «un paso esencial y un fuerte símbolo en la política de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero».
Beaune también dijo que la prohibición era «una primicia mundial que está totalmente en línea con la política del Gobierno de alentar el uso de modos de transporte que emiten menos gases de efecto invernadero».
El Fondo Mundial para la Naturaleza describe la huella ambiental de la aviación como «una de las fuentes de más rápido crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero que impulsan el cambio climático global».
WWF también dice que los viajes aéreos son «actualmente la actividad más intensiva en carbono que un individuo puede realizar».
La noticia procedente de Francia llega en un momento en que se abre un debate más amplio sobre los salarios del uso de aviones privados. En marzo de 2023, análisis publicado por Greenpeace mostró que el número de vuelos de aviones privados en Europa el año pasado aumentó un 64% a un récord de 572.806.
El uso de jets privados por parte de personas ricas y de alto perfil genera una gran cantidad de discusión.
Durante una entrevista de la bbc a principios de este año, microsoft Se le preguntó al cofundador Bill Gates su opinión sobre la acusación de que el uso de un avión privado por parte de un activista contra el cambio climático era hipócrita.
«Bueno, compro el estándar de oro de financiar (empresa de eliminación de CO2) Climeworks para capturar aire directo que supera con creces la huella de carbono de mi familia», respondió Gates, quien estaba siendo entrevistado en Kenia.
«Y gasto miles de millones de dólares en… innovación climática. Entonces, ya sabes, ¿debería quedarme en casa y no venir a Kenia y aprender sobre agricultura y malaria?»
El multimillonario agregó que estaba «cómodo con la idea de que, no solo no soy parte del problema pagando las compensaciones, sino también a través de los miles de millones que mi Breakthrough Energy Group está gastando, soy parte de la solución». «
Si bien el sector de captura directa de aire tiene patrocinadores de alto perfil, enfrenta desafíos. La Agencia Internacional de Energía señala que capturar dióxido de carbono del aire «requiere más energía y, por lo tanto, es más costoso que capturarlo de una fuente puntual».
Agrega que tecnologías como la captura directa de aire «no son una alternativa para reducir las emisiones ni una excusa para retrasar la acción, pero pueden ser una parte importante del conjunto de opciones tecnológicas utilizadas para lograr los objetivos climáticos».
—Sam Meredith de CNBC contribuyó a este informe
