El pintoresco pueblo se enfrenta a la evacuación. Crédito de la foto: MilaJac / Wikimedia Commons
EL sereno pueblo suizo de Brienz se convirtió en el centro de un operación de evacuación del martes 9 de mayo, ya que las autoridades temen una catástrofe inminente provocada por un desprendimiento de rocas inminente.
Se ordenó a los residentes que evacuaran urgentemente sus hogares el viernes 12 de mayo por la noche. Los residentes se han visto obligados a huir de sus hogares a través de la evacuación debido a la amenaza inminente de un desprendimiento de rocas, de una colosal masa de roca alpina con un total asombroso de dos millones de metros cúbicos.
En una reunión reciente del ayuntamiento donde se anunció la evacuación, los líderes locales revelaron que los geólogos observaron una rápida aceleración en el movimiento de rocas locales. El inquietante pronóstico sugiere que dentro de los próximos siete a 24 días, hasta dos millones de metros cúbicos de material rocoso podrían derrumbarse o deslizarse, poniendo en peligro vidas y propiedades.
Hablando en la reunión del ayuntamiento, un miembro de la Junta de Gestión de Crisis, Christian Gartmann, dice que hay un 60 por ciento de posibilidades de que las rocas se desprendan en porciones más pequeñas, lo que podría evitar el pueblo y el valle por completo. Agregó que existe un diez por ciento de posibilidades de que el desprendimiento de rocas golpee la aldea por completo, razón por la cual se ha pedido la evacuación.
Situado en la pintoresca región de los Grisones, en el corazón de Suiza, brienz es un pueblo histórico conocido por su mezcla única de culturas alemana y romanche. Tiene una población de alrededor de 3000 personas, que se verán afectadas por la evacuación.
Sin embargo, el pueblo ha experimentado un aumento alarmante en el movimiento de rocas en las últimas dos décadas, y el deslizamiento de tierra ahora avanza a un ritmo de aproximadamente un metro por año.
A medida que los expertos evalúan posibles contramedidas, se ha determinado que desencadenar una explosión controlada para inducir un deslizamiento de rocas es demasiado peligroso. Erigir un muro protector o un montículo de arena también se ha considerado poco práctico debido a la gran escala que se requeriría.
Mientras continúa la evacuación, la comunidad se ha unido y los residentes de los pueblos vecinos ofrecen refugio a los desplazados. Lamentablemente, debido al nivel de urgencia, los animales de dos granjas locales permanecerán en los establos por el momento.
El futuro de Brienz pende de incertidumbre mientras las autoridades continúan trabajando para evitar el desastre.