vía TWC
Los thrillers policiacos que también tienen un toque tórrido siempre son capaces de capturar la imaginación del público, pero el absurdo de 2005 descarrilado hizo un trabajo fantástico al mostrar cómo no acercarse a un material de origen tan descabellado y extravagante.
La adaptación del director Mikael Håfström de la novela de James Siegel interpretó todo con una cara completamente seria, que era el camino equivocado cuando casi todo lo que se desarrolla más allá del tercer acto es inherentemente ridículo. Las cosas tampoco mejoraron porque las estrellas Clive Owen y Jennifer Aniston estaban lamentablemente mal interpretadas, por lo que no fue una sorpresa cuando la película se derrumbó en todos los frentes.
Una puntuación del 21 % en Rotten Tomatoes, un índice de aprobación del público del 58 % y unos 57 millones de dólares en taquilla cuentan prácticamente toda la historia, pero descarrilado al menos ha logrado volver a la normalidad al terminar como una de las 10 funciones más vistas entre los suscriptores de Starz en los Estados Unidos, por FlixPatrol.
Los dos protagonistas terminan involucrándose en una tórrida y excitante aventura extramatrimonial después de conocerse durante su viaje diario al trabajo por la mañana, optando por dejar en la puerta el hecho de que ambos están casados y tienen hijos. Durante una de sus citas en un motel económico, el temible antagonista de Vincent Cassell los ataca, pero no pueden acudir a la policía por temor a que su secreto se haga público.
Ahí es cuando entra en juego el chantaje, ya que descarrilado se tambalea de una escena ridícula y un giro de la trama a la siguiente, aunque su estado actual como la última película de género basura que ganó en grande en la transmisión años después del hecho puede considerarse una pequeña victoria para un fracaso olvidado.