Un tratamiento para prevenir la inflamación desbocada en pacientes con COVID-19 grave está un paso más cerca después de un estudio dirigido por la Universidad de Queensland sobre cómo las células inmunitarias responden al virus.
La Dra. Larisa Labzin y la profesora Kate Schroder del Instituto de Biociencia Molecular de la UQ con la Dra. Sarah Londrigan del Instituto Peter Doherty para la Infección y la Inmunidad han descubierto que la mayoría de las células inmunitarias que contribuyen a la inflamación crónica no están infectadas con el virus SARS-CoV-2 que causa el COVID-19.
El Dr. Labzin dijo que en lugar de desencadenar una respuesta protectora para eliminar el virus, estas células no infectadas llamadas macrófagos detectan el daño y la muerte en las células vecinas y desencadenan una fuerte respuesta inflamatoria.
«Hay un desequilibrio en la respuesta inmune porque la mayoría de los macrófagos no están infectados con el virus», dijo el Dr. Labzin.
«Terminamos con demasiadas células inmunitarias que llegan al sitio de la infección y causan una gran cantidad de daños colaterales: demasiada inflamación y poca lucha contra el virus.
«Es una espada de doble filo para el cuerpo: el sistema inmunitario que aborda una enfermedad infecciosa desde el principio es protector, pero cuando es prolongado o excesivo, realmente puede provocar una inflamación crónica».
El equipo de investigación de IMB está investigando cómo atacar selectivamente los macrófagos sin comprometer la capacidad del cuerpo para luchar contra el virus, a fin de reducir la incidencia de COVID grave.
Actualmente, los medicamentos antiinflamatorios se administran a pacientes hospitalizados con COVID-19 después de que el virus ha alcanzado su punto máximo, para calmar la respuesta inmunitaria hiperactiva, pero los medicamentos hacen que los pacientes sean susceptibles a infecciones secundarias.
Con la nueva comprensión de cómo funcionan los macrófagos, los investigadores pretenden diseñar antiinflamatorios que puedan administrarse antes, para evitar que la inflamación se salga de control.
La profesora Kate Schroder dijo que comprender más la biología fundamental detrás del sistema inmunológico nos ayudará a ayudar a nuestros cuerpos a luchar con más fuerza contra las infecciones.
«Tenemos vacunas y antivirales en la lucha contra el COVID-19, pero el virus sigue mutando, por lo que esta es una forma de protegernos en el futuro contra nuevas variantes y también futuras pandemias e infecciones».
La investigación fue financiada por el Consejo Nacional de Investigación Médica y de Salud y publicada en Señalización científica.
Más información:
Larisa I. Labzin et al, el macrófago ACE2 es necesario para la replicación del SARS-CoV-2 y las respuestas posteriores de citoquinas que restringen la liberación continua de viriones, Señalización científica (2023). DOI: 10.1126/scisignal.abq1366
Citación: Los investigadores descubren que COVID-19 no infecta las células inmunitarias que contribuyen a la inflamación crónica (3 de mayo de 2023) consultado el 3 de mayo de 2023 en https://medicalxpress.com/news/2023-05-covid-infect-immune-cells-contribute .html
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