La «tuitplomacia» no es un nuevo término. Se usa para describir la diplomacia digital, o el hecho de que los jefes de gobierno de todo el mundo han incrementado el uso de Twitter como una herramienta para difundir sus mensajes y ganar su apoyo.
Analistas consultados por la Voz de América aseguran que es importante que los gobernantes tengan límites a la hora de tuitear, pues son muchos los riesgos de usar esta red para gobernar.
Según el Ranking de Líderes Mundiales 2022, elaborado por Twiplomacy (filial de la agencia global de comunicaciones Burson Cohn & Wolfe BCW), varios mandatarios de América Latina se encuentran en el top 10 de los líderes mundiales más influyentes en Twitter. El cuarto lugar en el mundo lo ocupa el colombiano Gustavo Petro. Dos casillas más abajo está Nicolás Maduro, y en el noveno y décimo lugar están el chileno Gabriel Boric y el mexicano Andrés Manuel López Obrador, respectivamente.
De acuerdo con la agencia que elaboró el estudio, que se realizó desde el 1 de octubre de 2021 al 30 de septiembre de 2022, los resultados se tras contrataron una ponderación a indicadores como menciones, tuits, retuits, alcance, impresiones, me Gustos y recuentos de seguidores. Además de variables como el sexo, la edad, la antigüedad en el cargo, etc.
Pero, ¿en qué más se basa el éxito de un líder mundial en esta red? Según el BCW, un lenguaje y cerca, el buen sentido del humor, la rapidez al reaccionar los hacen ver naturales y lejos de las auténticas formalidades de la diplomacia que se acostumbra.
Pasar los limites
Vladimir Garay, director de incidencia de la ONG Derechos Digitales, explicó a la Voz de América que Twitter es una herramienta, por medio de la cual “las autoridades públicas pueden establecer contacto con la ciudadanía, tal como alguna vez fue (y sigue siendo) la televisión o la radio”. En ese sentido, agrega, “no hay nada intrínsecamente malo en ello”.
Según Alberto Escorcia, periodista e investigador en redes sociales, desde que Twitter comenzó a ser utilizado continuamente, por el expresidente venezolano Hugo Chávez, se convirtió en una especie de tribuna, pues es la red donde convergen personas influyentes y líderes de opinión, donde nacen movimientos, donde se hacen debates. Contrario a Facebook, que tiene más seguidores, pero no es tan destacado.
“Los políticos saben muy bien cuál es el valor de la inmediatez. Su valor es la proximidad de que el gobernante puede interactuar sin intermediarios” y eso, agrega Escorcia, es el éxito de muchas cuentas como la de Nayib Bukele, y de los líderes políticos de diferentes partidos en México, Colombia y Brasil.
Twitter es la red social en la que más peso tiene el uso para información política, según la investigación #Política en Twitter, elaborado por la agencia de investigación ‘El Departamento’ y comisionada por Twitter España. De hecho, agrega el estudio, el 64 % de la gente utiliza Twitter, al menos una vez a la semana, para informarse de temas políticos.
“Los políticos saben muy bien cuál es el valor de la inmediatez. Su valor es la proximidad de que el gobernante puede interactuar sin intermediarios”.
Los hallazgos indican que el acceso a la información en tiempo real y directamente de sus protagonistas son algunos de los usos que más valoran los usuarios. Incluso, para tres de cada cuatro usuarios, esta red social es muy útil para estar al día en temas de actualidad, y siete de cada diez reconoce que esta le permite seguir en directo los hechos y conocer de primera mano decisiones o declaraciones de los políticos .
No obstante, un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 61 áreas metropolitanas de más de un millón de habitantes en América Latina, indicaron que nueve de cada diez mensajes de los ciudadanos no son correspondidos con una respuesta. Analizando, por ejemplo, la totalidad de los gobernadores argentinos en Twitter, la interacción de cualquiera de ellos con sus ciudadanos a lo largo de un mes (abril de 2016) fue de 0 %.
Según explicó Escorcia a la VOA, existe un antes y un después de 2014. Hace nueve años, cuenta, esta red social era “una especie de plaza pública donde se podría interactuar, conversar, los políticos podrían encontrar la forma de debatir, los periodistas podrían cuestionar”. Después, tras la creación de “ejércitos de información”, que no es más que personas que manejaron varias cuentas para apoyar o atacar a un político, “la utilizan como un arma de ataque para manipular y para imponer ideas”.
No obstante, para Theodore Kahn, director asociado de Control Risks, la comunicación a través de las redes sociales no obstante va en contra de la competencia de las propuestas. En cambio, dijo a la VOA: “las redes como Twitter abren el espacio para mucha discusión y debate interesante, y pueden reducir barreras a la participación de diferentes puntos de vista”.
Ahora bien, el problema, agrega, es que también reduce barreras a la creación y propagación de noticias falsas, «lo cual sí definitivamente presenta un problema para la democracia».
¿Sirve para gobernar?
Muchas de las decisiones que toman presidentes como Petro, Bukele y López Obrador -los dos primeros muy activos en Twitter- son divulgadas, a través de redes sociales.
Para Kahn, “no se puede gobernar por Twitter”. “Gobernar bien requiere forjar consenso entre diferentes actores y grupos de interés, que no obstante deben estar representados por líderes reconocidos” y esta red social es “una plataforma muy poco idónea” para ello, pues que este tipo de negociaciones “requiere de confianza y discreción ”.
Justamente, dice el director asociado de Control Risks, el riesgo es pensar que se puede gobernar por anuncios en Twitter, “intentando conmover a la gente”.
En su opinión, es válido usar esta red para difundir mensajes del gobierno y posturas políticas, pero los presidentes “deben tener mucho cuidado con las ideas y actores que promocionan por estas redes” para no difundir noticias falsas.
En este sentido, concuerda Escorcia, uno de los riesgos es la desinformación. En ella influyen varios aspectos, que explica el periodista: Twitter tienen un alcance limitado y se corre el riesgo de que los ciudadanos no se entren en temas públicos relevantes. Otros de los riesgos es que la red social se convierte en el único termómetro de la opinión cuando no toda la ciudadanía tiene acceso a ella.
En 2021, We Are Social, en conjunto con Hootsuite, publicó un informe del uso de las redes en el mundo, el cual halló que las más utilizadas a nivel mundial son Facebook con 2.740 millones de usuarios y Youtube, con 2.291 millones. Seguidas por Instagram, TikTok y, en el último lugar, encontré Twitter con 353 millones.
Por otro lado, un tuit, dice el periodista, “es muy fácil de falsificar”, corriendo el riesgo de que se cree una falsa ilusión de la realidad, sin saber, además, si detrás hay seguidores reales o ejércitos de desinformación.
¿Cómo no caer en la desinformación?
Los analistas coinciden en que cada vez será más difícil no caer en información falsa. En 2018, dice Escorcia, era fácil detectar a simple vista quiénes eran los desinformadores, “porque tenían la misma línea argumentativa”. Pero, con el tiempo, “fueron perfeccionando sus técnicas. Y ahora solamente, a través de software forense, se puede detectar qué es una campaña de manipulación y qué no”.
No obstante, existen claves. Hay que dudar si el tuit es muy emocional e invita a tomar una decisión basada en el miedo, o si tiene suposiciones o hechos que no se pueden verificar. Según explica el experto en redes, existen técnicas de desinformación que están basadas en las emociones, que generan una reacción de miedo que impulsa a compartir la información.
Para Theodore Kahn, cualquier publicación en Twitter que hace un presidente, bien sea de una cuenta personal u oficial, se va a interpretar como un reflejo de la postura oficial del Estado, así que, para él, esta distinción no tiene mucha importancia.
Pero para el periodista e investigador, usar cuentas personales para comunicar asuntos de Estado debe tener límites y, para ello, están las cuentas oficiales. Por ejemplo, en México está prohibido bloquear a los usuarios del gobierno, pero no desde los personales.
El periodista dice que es importante usar los canales tradicionales, el despacho presidencial del Congreso, los comunicados de prensa, la declaración oficial: “Las redes en manos de la gente son muy útiles y son muy poderosas, pero en de los políticos se convierte en un arma en contra de la libertad de expresión, de censura, de ataques”. Entonces, enfatiza en que es importante que la gente use las redes, pero que dude, confirme la información y vuelva a salir a la calle para fiscalizar.
En ese mismo, agrega Garay, debe ser relevante el trabajo de las instituciones encargadas de exigir responsabilidades a los poderes del Estado, los congresos nacionales, los partidos políticos, así como los medios de comunicación y la ciudadanía, “de modo que si un mandatario o mandataria usa cualquier plataforma para mentirle al país, eso conlleve un costo”.
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