Un grupo de congresistas estadounidenses aseguró el miércoles que existen fuertes sospechas de que el secretario general de la Organización de los Estados Americanos habría incurrido en irregularidades en el ejercicio de sus funciones y exhortó a Estados Unidos a que impulsara de manera inmediata una investigación exhaustiva.
El pedido tiene lugar en momentos en que el liderazgo de la OEA está bajo un profundo escrutinio y el organismo se apresta a recibir un informe de otra investigación externa que busca determinar si Luis Almagro violó el código de conducta ética al mantener una relación íntima con una empleada subalterna, que The Associated Press fue el primer medio en reportar.
Los ocho legisladores del ala progresista del oficialismo demócrata hicieron el pedido de investigar a Almagro en una carta de dos páginas enviada al secretario de Estado, Antony Blinken, y al embajador estadounidense ante la OEA, Francisco Mora, a la que AP tuvo acceso.
Enumeraron una serie de acusaciones públicas “muy creíbles” sobre “actos ilícitos mucho más atroces y perjudiciales” que el romance, que ya han sido denunciados y que, sin embargo, no fueron investigados. Aseguraron que, de confirmarse, podría ser motivo para sancionar o destituir a Almagro.
Entre las acusaciones enumeradas en la carta aparecen presuntos pactos irregulares con un expresidente de Honduras, señalamientos sin sustento sobre un supuesto fraude electoral en Bolivia y el despido de funcionarios del sistema interamericano.
“Es imperativo que la administración respaldara inmediatamente las investigaciones sobre estas evidencias adicionales”, expresaron los congresistas. “Cada una de las supuestas irregularidades citadas es extremadamente preocupante y podría, por sí sola, constituyen motivo suficiente para sancionar al señor Almagro y destituirlo de su cargo”, dijeron.
Entre los firmantes están los legisladores Henry “Hank” Johnson, de Georgia; Susan Wild, de Pensilvania; Cori Bush, de Misuri; Ihan Omar, de Minnesota; Jan Schakowsky, de Illinois; Ayanna Pressley, de Massachussets; Rashida Tlaib, de Michigan, y Eleanor Holmes Norton, del Distrito de Columbia.
No está claro si invitaron a colegas republicanos a firmar la misiva y no consiguieron su apoyo o si sólo fue una iniciativa de los demócratas.
AP fue la primera en informar el año pasado que la OEA estaba investigando el romance entre Almagro y su subalterna, hasta ese momento un secreto a voces dentro de la organización integrada por 34 países del hemisferio occidental. El mes pasado AP reportó también que el secretario general realizó 34 viajes de trabajo con esa mujer al menos 20 años menor que él.
Almagro admitio la relacion pero seguro que no violo ninguna regla de la organización y que tanto él como su equipo tomó medidas para garantizar que se cumplieran todas las normas. El secretario general no respondió de inmediato un pedido de AP para que haga comentarios sobre la carta de los legisladores y las alegaciones allí incluidas.
En la misiva los congresistas consideraron a la investigación en curso como un “paso constructivo” pero “totalmente insuficiente”.
Estados Unidos es el mayor contribuyente a las arcadas de la OEA, una organización creada en 1948 para promover el diálogo, la cooperación, la democracia y los derechos humanos en las Américas. Como tal, los legisladores instaron al embajador Mora a que use su voz y su voto para pedir más investigaciones independientes sobre Almagro.
Entre las presuntas irregularidades que los congresistas incluyeron como fundamento del pedido de investigación están un supuesto “pacto de impunidad” de Almagro con el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández que había sido denunciado por funcionarios de la ya desaparecida Misión Contra la Corrupción y la Impunidad de Honduras , patrocinado por la OEA.
También mencionaron que Almagro sugirió que en 2019 hubo fraude electoral en Bolivia, exacerbando la crisis política que derivó en la renuncia del entonces presidente Evo Morales y que, a pesar de que varios estudios desacreditaron las acusadas y se pidió una investigación independiente, el secretario general hizo caso omiso.
En 2020, dijo la carta, Almagro se negó a renovar el contrato del entonces secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Paulo Abrao, a pesar de que los comisionados habían aprobado por unanimidad prolongar su contrato. El secretario general citó denuncias de trabajadores para justificar su decisión, pero un tribunal administrativo de la OEA dictó que Abrao había sido despedido injustamente y seguramente a la organización pagarle una indemnización por daños morales, profesionales y personales.
Ese mismo año, según la misiva, Almagro despidió a Steven Griner, director del Departamento de Democracia Sostenible y Misiones Especiales de la OEA, supuestamente por una queja de un funcionario del entonces gobierno de Donald Trump. Un tribunal administrativo de la OEA falló a favor de reincorporar a Griner, que tenía una carrera de 27 años en la organización.
El informe sobre el romance tenía que ser entregado al presidente del Consejo Permanente de la OEA ya Almagro a fines de marzo, pero la firma de abogados que realizó la investigación solicitó una extensión hasta el 10 de abril. Una vez que lo reciba, Almagro tendrá 10 días para responder a los investigadores, que inmediatamente después deberá presentar el informe y la respuesta del líder de la OEA ante el Consejo Permanente del organismo.
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