Ocho asuntos que presentan un desafío para el hemisferio occidental estarán en el centro del diálogo de alto nivel que comenzó este lunes entre altos funcionarios de Estados Unidos y Colombia. En su décima edición, las reuniones de las delegaciones ocurren en Washington.
Antony Blinken, secretario de Estado de EEUU, y Álvaro Leyva, ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, discutirán temas de interés común como migración, antinarcóticos, seguridad, educación derechos humanos y equidad, oportunidades, economía, transición energética y acción climática.
“Los diálogos de alto nivel presentan oportunidades notables para participar a un nivel más profundo en nuestros intereses compartidos. El diálogo continúa hablando de la fuerza de los lazos entre nuestros dos países”, dijo Brian Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, durante el discurso de apertura.
Blinken estuvo a cargo de abrir formalmente el diálogo, y dijo sentirse “complacido” con la década de historia del evento. “Es un testimonio de la relación sólida que este intercambio ha continuado y que se ha expandido a través de diferentes administraciones en nuestras naciones”, apuntó el secretario de Estado.
EEUU se comprometió con Colombia a alcanzar sus objetivos climáticos, brindando asistencia técnica en proyectos eólicos y solares, y buscando la protección de la Amazonía. Además, dijo Blinken, buscarán ampliar las vías para que agricultores, productores textiles, y pequeñas y medianas empresas en áreas rurales, puedan llevar sus productos a mercados globales para comprometer el tratado de libre comercio entre ambos países.
Leyva, resaltó que Colombia era “una nación conocida por la cocaína”, pero también destacó: “ahora somos una de las esponjas más grandes cuando se trata de absorber soluciones para buscar formas de poner fin a la desaparición de la humanidad. Estamos salvando el planeta”.
Blinken, por su parte, agregó que el diálogo también se centrará en curso sobre la mejora de la seguridad civil. “Durante décadas, hemos trabajado juntos para fortalecer la cooperación en materia de seguridad y aplicación de la ley, y eso seguirá”, dijo.
La corrupción, impunidad, abusos de derechos humanos y falta de económicos también serán parte del diálogo. Los desafíos que se discutirán, agregó Blinken, proporcionarán una ruta de cooperación que se extenderá al hemisferio occidental. En esta ocasión, las delegaciones se centrarán en “pasos concretos para fortalecer la cooperación y trabajar para generar resultados tangibles”.
El flujo de drogas ilegales en la región será un asunto “clave” del diálogo. “Estamos aportando un enfoque holístico a este desafío. Eso significa buscar formas de reducir aún más la demanda, invirtiendo en la prevención, el tratamiento y la recuperación para aquellos que luchan contra la adicción en nuestros países, porque esto es especialmente un problema de salud pública”, dijo Blinken.
La migración “sin precedentes” en el hemisferio continúa siendo un elemento de preocupación para ambos países, con más de 100 millones de personas desplazadas por la fuerza de sus hogares. EEUU resaltó el papel de Colombia en respuesta a la crisis migratoria de Venezuela.
El país ha otorgado un estatus de protección temporal a más de cinco millones de venezolanos, permitiéndoles trabajar, estudiar y acceder a servicios de salud pública. “Colombia está mostrando la forma en que la migración, cuando se maneja de manera segura, humana y como región, puede aumentar la estabilidad y puede ser una oportunidad, no una carga, para las comunidades”, apuntó Blinken.
EEUU resaltó que ha proporcionado más de 900 millones de dólares en asistencia humanitaria, de desarrollo económico y salud a Colombia para ayudar al país a abordar la migración de venezolanos.
Leyva detalló las maneras en que la migración ha cambiado en Colombia. Personas de Bangladesh, Afganistán y China, estarían actualmente cruzando por Colombia “de camino al rote”, aseguró. “Nosotros no solo tenemos a los migrantes que vienen de Venezuela que tiene sus propias circunstancias, sino que estamos viendo un fenómeno que toca a todo el planeta”.
Por otro lado, el secretario de Estado resaltó que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), está invirtiendo 60 millones de dólares durante cinco años para ampliar las oportunidades para las comunidades afro colombianas e indígenas, para asegurar un desarrollo económico con un enfoque étnico tras el acuerdo de paz firmado en 2016.
“Este diálogo de alto nivel va más allá de los negocios habituales, y vamos a necesitar que EEUU esté presente, que esté de nuestro lado en cada uno de estos temas porque somos la misma gente, el mismo continente, la misma seguridad, los mismos problemas”, concluyó Leyva.
Andrés Nieto, analista de política internacional y docente de la Universidad Nacional de Colombia, aseguró que esta edición del diálogo es distintiva pues “es de las pocas veces que directamente la oficina del presidente de Estados Unidos está directamente liderando. No se trata de una subordinación a diferentes ministerios o incluso a oficinas descentralizadas”.
Unas 50 personas delegadas del gobierno colombiano serán los próximos siete meses en diferentes mesas que se dividirán por temas políticos, técnicos y legales, explicó Nieto.
“En lo concerniente al narcotráfico -y lo último no menos importante- es que es crucial en este momento el apoyo de Estados Unidos respecto a la mirada de la paz total, respeto a la seguridad humana, pero por supuesto al desarrollo sostenible y sustentable” , añadido.
Nieto concluyó que el diálogo deberá “traducirse” en políticas públicas “coherentes y realizables”, que incluir temas como el narcotráfico en el eje de los temas de seguridad, defensa, relaciones internacionales y extradición.
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