El número de desplazados internos en Colombia aumentó significativamente el año pasado debido a la lucha de varios grupos armados por el control de zonas rurales del país, aseguró el miércoles la Cruz Roja.
Si bien los enfrentamientos entre el ejército de Colombia y los grupos rebeldes disminuyeron el año pasado, los combates entre los grupos rebeldes siguen cobrando un alto precio entre los civiles, agregó la organización en su evaluación anual de los desafíos humanos en el país sudamericano, llamada “Retos Humanitarios en Colombia”.
Algunas comunidades se ven cada vez más afectadas por las minas terrestres, las amenazas de muerte y los ataques a los trabajadores de la salud, añadió la organización humanitaria.
Los hallazgos de la Cruz Roja se publicaron en momentos en que el presidente electo de Colombia, el izquierdista Gustavo Petro, intenta negociar acuerdos de alto el fuegoo con grupos rebeldes que luchan por el control de minas ilegales, rutas de tráfico de drogas y otros recursos abandonados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, luego de su acuerdo de paz con el gobierno, de 2016.
El acuerdo de paz puso fin a cinco décadas de conflicto en los que murieron más de 450.000 personas, pero también fue seguido por luchas de poder entre grupos más pequeños en zonas remotas del país. Esas zonas incluyen la provincia de Chocó, rica en recursos, y una región que está cubierta de campos de coca cerca de la frontera con Venezuela.
“La situación es compleja, los procesos toman tiempo”, declaró Lorenzo Caraffi, jefe de la delegación dijo del Comité Internacional de la Cruz Roja en Colombia.
Recalcó, sin embargo, que el conflicto actual de Colombia “no es comparable a la que existía hace 20 años” en el país, cuando los grupos rebeldes atacaban periódicamente las comisarías de las localidades pequeñas, mientras que los ataques explosivos y los secuestros afectaban a miles de personas en ciudades como Bogotá y Medellín.
Sin embargo, algunos indicadores indican que la violencia está aumentando.
Según el informe de 2022 de la Cruz Roja, más de 123.000 personas tuvieron que huir de sus hogares en las zonas rurales el año pasado para escapar del conflicto, un aumento del 60 % desde 2021. Se calcula que 39.000 personas quedaron confinadas en sus aldeas durante días o semanas debido a las amenazas de grupos armados.
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