La estrella del tenis Nick Kyrgios compareció el viernes en una corte de Canberra, donde intentará que se desestime un cargo de agresión en su contra por motivos de salud mental.
El finalista de Wimbledon entró cojeando al edificio de la cancha con un par de muletas y un aparato ortopédico en la rodilla después de sufrir una lesión «espantosa» que lo dejó fuera del Abierto de Australia el mes pasado.
Kyrgios llegó a la audiencia flanqueado por su actual novia, Costeen Hatzi, diseñadora de interiores, y su madre, Norlaila.
Kyrgios, de 27 años, que actualmente ocupa el puesto 20 en el mundo, no habló con los periodistas en su camino al edificio.
El incidente, que supuestamente tuvo lugar en diciembre de 2021, no ha sido detallado, pero la emisora nacional ABC informó que involucró a su ex novia.
Los abogados de Kyrgios indicaron previamente que buscaría que se desestimara el cargo, un cargo de agresión común, por motivos de salud mental.
El caso se aplazó en octubre, cuando Kyrgios se preparaba para jugar el Abierto de Japón, para que los expertos pudieran preparar informes de salud mental para la corte.
«Hay tanto que puedo controlar y estoy tomando todos los pasos y lidiando con eso fuera de la cancha», dijo Kyrgios desde Tokio en ese momento.
Kyrgios, nacido en Canberra, conocido por su talento mercurial y sus arrebatos en la cancha, ha hablado públicamente sobre sus batallas contra la depresión y las presiones de la fama mundial del tenis.
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