El Museo Británico de Londres, los Museos Nacionales de Escocia y el Museo del Gran Norte: Hancock ha decidido dejar de usar el término «momia» como parte de un reexamen más amplio de cómo se describen, etiquetan y presentan al público las exhibiciones. En cambio, usarán «restos momificados de» o «persona momificada» para describir los artefactos egipcios.
«La palabra ‘momia’ no es incorrecta, pero es deshumanizante, mientras que usar el término ‘persona momificada’ alienta a nuestros visitantes a pensar en el individuo», dijo una portavoz de los Museos Nacionales de Escocia en Edimburgo. Correo diario, que informó por primera vez el cambio.
El cambio en el lenguaje para describir las exhibiciones de estos importantes artefactos egipcios también sigue a un reexamen en curso del colonialismo en el Reino Unido y la forma horrible en que se trataban los restos momificados en el pasado.
En 2021, Great North Museum: curadora de Hancock, Jo Anderson escribió una entrada de blog detallada explicando cómo la institución analizó seriamente cómo trató, exhibió e interpretó los restos momificados de una mujer antigua llamada Irtyru, incluida la turbia historia de su procedencia.
El museo identificó varios ejemplos problemáticos de lo que ha sido la «egiptomanía», como la obsesión por las «fiestas de desenvolvimiento» de personas antiguas momificadas que se celebraban en las casas privadas de la élite y luego se trasladaban a lugares públicos más grandes.
Anderson describió las diferentes formas en que se profanaron los restos momificados de Irtyru, incluido el desenvolvimiento de sus vendajes por parte de tres cirujanos frente a una audiencia con boleto, la aplicación de goma laca y otros cambios «espantosos» realizados para su exhibición pública.
“Se colocó un perno grande y un anillo a través del cráneo para permitir que la colgaran en posición vertical”, escribió. “Al mismo tiempo, se insertó una gran grapa de metal en la columna de Irtyru, que la aseguró a los zócalos del ataúd debajo”.
Las momias también se han asociado con maldiciones y villanos en películas y literatura. Un portavoz del Museo Británico de Londres dijo al diario español El Paíss que el cambio en el lenguaje no fue realmente una prohibición y más sobre resaltar cómo «los restos momificados pertenecen a un ser humano que alguna vez estuvo vivo».
“De hecho se sigue utilizando en varias de nuestras galerías”, agregaron.