KABUL: El jefe de ayuda de las Naciones Unidas visitó Kabul el lunes (23 de enero) y expresó su preocupación por la educación y el trabajo de las mujeres con el ministro interino de asuntos exteriores de la administración talibán, según un comunicado del ministerio afgano.
La administración dirigida por los talibanes ordenó el mes pasado a las ONG que no permitieran trabajar a la mayoría de las empleadas, lo que llevó a muchas agencias de ayuda a suspender parcialmente las operaciones en medio de una crisis humanitaria que se desarrolla durante un invierno muy frío.
El subsecretario general de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, planteó el tema de la educación y el trabajo de las mujeres y cómo esto afectó las operaciones de la ONU, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en Afganistán no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre la reunión.
Sigue a una visita a Afganistán la semana pasada de la vicesecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, quien expresó su alarma a los funcionarios talibanes en Kabul y la ciudad sureña de Kandahar por las órdenes de la administración que restringen el trabajo y la educación de las mujeres.
El ministro interino de Asuntos Exteriores afgano, Amir Khan Muttaqi, dijo que le pidió a Griffiths que compartiera con la comunidad internacional los «logros y oportunidades» de la administración talibán como una amnistía general para los antiguos opositores, «en lugar de quejas y deficiencias».
El comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que Griffiths había reconocido que la seguridad había mejorado en el país, que había sido testigo de décadas de lucha antes de que los talibanes tomaran el poder cuando las tropas extranjeras se retiraron en 2021.
Ningún gobierno extranjero ha reconocido formalmente a la administración talibán desde que tomó el poder, y algunos diplomáticos dicen que debe cambiar de rumbo sobre los derechos de las mujeres. Muchos países han expresado su gran preocupación por el hecho de que a la mayoría de las niñas y mujeres mayores de 12 años se les impida asistir a la escuela o la universidad.
La aplicación de sanciones y el recorte de la ayuda al desarrollo han contribuido a que el país caiga en una crisis económica que ha dejado a más de la mitad de la población dependiente de la ayuda humanitaria, destinada a cubrir necesidades urgentes.