PORTLAND, Maine (AP) — El gobierno federal rechazó una solicitud de un grupo de organizaciones ambientales para aplicar de inmediato las restricciones de velocidad de los barcos propuestas en un esfuerzo por salvar a una especie de ballena que se está desvaneciendo.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica es considerando nuevas reglas diseñado para evitar que grandes barcos choquen con las ballenas francas del Atlántico norte. Las ballenas son menos de 340 y son vulnerables a los choques con barcos y al enredo en artes de pesca.
Las reglas propuestas expandirían las «zonas lentas» frente a la costa este y requerirían que más embarcaciones cumplan con esas reglas. Los grupos ambientalistas habían pedido a la NOAA que implementara de inmediato partes de la regla propuesta que ayudaría a las ballenas este invierno y primavera, cuando las ballenas viajen desde sus áreas de parto en los estados del sur hasta las áreas de alimentación en Nueva Inglaterra y Canadá.
La agencia informó a los grupos conservacionistas el 20 de enero que denegaba la solicitud sobre la base de que está “enfocada en implementar medidas sustantivas a largo plazo para reducir el riesgo de colisión con embarcaciones”, según documentos obtenidos por The Associated Press. La NOAA también les dijo a los grupos que le preocupaba que el tiempo necesario para desarrollar regulaciones de emergencia impidiera su implementación rápida.
Los miembros de los grupos de conservación, incluido el Centro para la Diversidad Biológica con sede en Arizona y la Conservación de Ballenas y Delfines con sede en Massachusetts, dijeron que sentían que la decisión de la NOAA estaba equivocada. Proteger a las ballenas mientras están en movimiento es especialmente importante porque las madres ballenas y sus crías están en riesgo, dijo Regina Asmutis-Silvia, directora ejecutiva de Whale and Dolphin Conservation.
“Sabemos que el riesgo existe”, dijo Asmutis-Silvia. “No puedes recuperar la población a menos que tengas hijos, y queremos asegurarnos de que los niños sobrevivan”.
La población de ballenas francas ha disminuido en los últimos años, y eso ha despertado las alarmas entre los biólogos marinos, los activistas del bienestar animal y los reguladores gubernamentales. Algunos científicos han dicho que el calentamiento del océano ha provocado que las ballenas se alejen de las áreas protegidas existentes en su búsqueda de alimento.
Los grupos de conservación y los pescadores comerciales también han estado en desacuerdo sobre la forma correcta de proteger a las ballenas. Los conservacionistas quieren nuevas restricciones a la pesca de langostas para evitar que las ballenas se enreden en los aparejos, pero esas restricciones son actualmente en espera.