Algunas historias son demasiado poderosas y épicas para ser contenidas en una sola canción o video. Los temas sangran a través de sus álbumes, sin tener en cuenta las barreras entre las pistas. Sus personajes saltan de canción en canción, recurrentes, obsesionando a la audiencia, sumergiendo a los oyentes más profundamente en el universo de asociaciones que crea la música.
Los supervivientes de Foundry Town cuentan historias como estas. Mark Tomorsky y Tommy Johnsmiller son escritores de cuentos expertos y músicos consumados. Saben cebar un gancho narrativo, desarrollar a sus protagonistas, generar simpatía y, por supuesto, romperte el corazón. En «Mississippi Rising», su fascinante sencillo de 2021, pusieron al oyente a orillas de un río embravecido e hicieron que la inmensidad de las fuerzas naturales fuera terriblemente palpable. En «Hopes And Dreams», su último, Foundry Town Survivors se enfrenta a algo aún más aterrador: los deseos humanos desenfrenados.
Sí, una vez más, Tomorsky y Johnsmiller han dado vida a circunstancias desesperadas para su audiencia. Esta vez, sin embargo, los personajes involucrados no tienen a nadie a quien culpar sino a ellos mismos. «Hopes And Dreams» es una historia de travesuras, pero también es más que eso. Es una historia de ambición, esperanzas frustradas, temores de envejecer e irrelevancia, y el oscuro atractivo de la transgresión y la aventura.
Lo que las palabras no dicen explícitamente, la música lo articula claramente. La banda combina la letra con música que refleja simultáneamente grandeza y desestabilización. Hay un anhelo en cada nota, y hambre y urgencia en cada latido. «Hopes And Dreams» recuerda al rock clásico, pero también hay notas de psicodelia hechizante y americana franca en la mezcla. Los sobrevivientes de Foundry Town coronan la canción con un solo de guitarra slide que ancla firmemente la canción en la tradición del rock de raíces, incluso mientras despega hacia la estratosfera.
Para dar vida a «Esperanzas y sueños» en la pantalla, Tomorsky y Johnsmiller recurrieron a un colaborador frecuente: Paul Crowder, un cineasta cuyo sentido del drama y el arte de la historia coincide con el de ellos. Nos muestra el tramo de carretera desolada, las tomas subrepticias de personajes involucrados en actividades nefastas, las insinuaciones y amenazas, y la repentina erupción de violencia. También es hábil con las imágenes alucinatorias, incluidos los espejismos de Las Vegas que brillan a través de los peligrosos espejismos del desierto. Pero igualmente importantes son las cosas que no nos muestra, incluidas las motivaciones de los personajes y los destinos finales, y las consecuencias de sus actos desesperados. Para eso, tendremos que esperar la secuela, y la siguiente, y la siguiente…