Lo siguiente contiene spoilers de Cebolla de vidrio.
de netflix Cebolla de vidrio es otro triunfo de novela policíaca para Rian Johnson y su creación detectivesca Benoit Blanc. Como Cuchillos fuera antes de eso, Cebolla de vidrio le da algunos giros a la fórmula clásica de novela policíaca, lo que hace que el culpable casi se salga con la suya, hasta que un final (literalmente) explosivo sella su destino. Sin embargo, resulta que la película casi incluye una escena posterior a los créditos que habría cambiado por completo ese final.
En un episodio reciente del podcast Empire Spoiler Specials (a través de comicbook.com) Rian Johnson revela que filmó, pero decidió no usar, una escena posterior a los créditos que habría incluido a Benoit Blanc de Daniel Craig hablando por teléfono con la casa de Mona Lisa, el museo del Louvre. En la escena habríamos aprendido que la Mona Lisa que vimos destruida al final no era el verdadero dolor y que la obra maestra estaba, de hecho, a salvo en casa. Jonson dijo…
Incluso en una película de ficción, fue bastante flexible que la Mona Lisa real, la pintura más famosa del mundo, se quemara en cenizas en una explosión. Sabiendo eso, tal vez tenga sentido dar marcha atrás y revelar que, no te preocupes, la pintura está bien. Si eres un amante del arte, la idea de que incluso las personas ficticias pueden haber perdido el acceso a la Mona Lisa es quizás un poco triste. A menos que estés hablando de los hijos de Ryan Gosling.
Pero como dice Rian Johnson, eso realmente disminuye el impacto del final de Cebolla de vidrio de una manera que lo haría menos satisfactorio. La idea general es que el personaje de Edward Norton, aunque tal vez no vaya a prisión por asesinato, ahora ha visto su vida destruida debido al hecho de que su fuente de combustible recién diseñada es responsable de la destrucción de la pintura. Si la pintura no fue destruida, el final significa menos.
Es la belleza de contar historias como esta, que puedes seguir adelante y quemar la Mona Lisa porque de todos modos es ficción, así que no hay razón para no hacerlo. Mientras una película como Cebolla de vidrio está teniendo lugar ostensiblemente en nuestra realidad, lo cierto es que no tiene por qué ser una recreación exacta de nuestro mundo. El hecho de que la tercera película de Benoit Blanc de Rian Johnson tenga lugar en un mundo donde la Mona Lisa ya no existe no hará que la película se sienta menos real.