Funcionarios de los Servicios Correccionales junto con miembros de la Unidad Antipandillas e Inteligencia Criminal llevaron a cabo una operación de búsqueda e incautación en el Centro Correccional de Pollsmoor en Ciudad del Cabo. Más de 400 nuevos reclutas de los Servicios Correccionales ayudaron en la redada.
Dagga, teléfonos celulares, cargadores y armas de fabricación propia se encontraban entre el contrabando incautado. Más de 460 reclutas formaron parte del operativo de búsqueda, para ganar experiencia laboral.
El comisionado nacional de Servicios Correccionales, Makgothi Thobakgale, dice que el contrabando ingresa a las instalaciones a través de algunos de sus miembros y mediante visitas de miembros de la comunidad y familiares.
Él dice que a veces los reclusos también logran pasar de contrabando el contrabando si estaban en la corte y no fueron registrados adecuadamente antes de regresar a sus celdas.
“Las sustancias ilegales tienen que ser denunciadas a la policía para que haya otro caso, con un cargo adicional. Pero aparte de eso, tenemos un código disciplinario dentro de los servicios correccionales y hay privilegios que se le negarán a ese tipo de delincuente”, dice Thobakgale.
Guardián de prisiones arrestado en redada antidrogas:
Redada antidrogas
Thobakgale dice que es muy decepcionante que algunos de los suyos estén involucrados en actividades ilegales. Dice que un funcionario de los servicios penitenciarios fue arrestado recientemente en Vanrhynsdorp, en la costa oeste del Cabo, por posesión de más de un millón de rands en drogas.
“De hecho, fue detenida mientras estaba en el acto en su casa, en el acto de empacar. El aviso provino de un control de carretera realizado por la policía del metro. Esa barricada llevó a SAPS, a nosotros mismos como servicios correccionales y a la policía metropolitana a su casa”, explica Thobakgale.
Él dice que las consecuencias para los miembros declarados culpables de suministrar contrabando son incluso peores que para los reclusos.
“Lo que hacemos normalmente, los llevamos a procesos disciplinarios, tenemos estadísticas, y lo que me duele es que todos terminen siendo dados de baja del servicio. Ahora tienes a alguien que estaba cuidando de una familia, siendo despedido. Eso contribuye al alto nivel de desempleo. Pero como indiqué lo denunciamos al SAPS y obviamente el sistema de justicia penal sigue su curso”
Thobakgale ha instado a los nuevos reclutas a pensar en su futuro y no involucrarse en actividades ilegales. Dice que son parte de más de mil nuevos reclutas que acaban de terminar la universidad. Habrá anuncios de otra convocatoria de unos tres mil a finales de enero. Thobakgale dice que actualmente en total hay alrededor de 28 000 miembros que tienen que cuidar de casi 152 000 reclusos y 70 000 personas en libertad condicional.