“Ningún país puede desarrollarse, de hecho sobrevivir, social y económicamente con la mitad de su población excluida”, dijo el Alto Comisionado para los Derechos Humanos.
“Estas insondables restricciones impuestas a mujeres y niñas no solo aumentarán el sufrimiento de todos los afganos sino que, me temo, supondrán un riesgo más allá de las fronteras de Afganistán”.
Instó a la de facto autoridades a “respetar y proteger” los derechos de todas las mujeres y niñas – a ser vistas, escuchadas e involucradas en todos los aspectos de la “vida social, política y económica” de Afganistán de acuerdo con sus obligaciones internacionales.
Prohibido del trabajo
El 24 de diciembre, el de facto Las autoridades emitieron un decreto que prohibía a las mujeres trabajar en organizaciones no gubernamentales (ONG).
Este último decreto siguió a la suspensión de la educación universitaria para mujeres y la educación secundaria para niñas hasta lo que denominaron nuevo aviso.
“Prohibir a las mujeres trabajar en ONG las privará a ellas y a sus familias de sus ingresos y de su derecho a contribuir positivamente al desarrollo de su país y al bienestar de sus conciudadanos”, advirtió la Alta Comisionada.
Efectos ondulantes
Las ONG y las organizaciones humanitarias brindan servicios vitales vitales para muchas personas en Afganistán, incluidos alimentos, agua, refugio y atención médica, así como programas críticos, como atención prenatal y posnatal e infantil, que solo son proporcionados por mujeres.
Muchas ONG, a menudo integradas por mujeres, incluso en roles de liderazgo, son socios esenciales para la ONU y otras agencias en la administración de programas humanitarios y de desarrollo en todo el país.
“La prohibición afectará significativamente, si no destruirá, la capacidad de estas ONG para brindar los servicios esenciales de los que dependen tantos afganos vulnerables”, lamentó el Sr. Türk.
“Es aún más angustioso con Afganistán en pleno invierno, cuando sabemos que las necesidades humanitarias son máximas y el trabajo que realizan estas ONG es aún más crítico”.
Amenaza de violencia
El Alto Comisionado también expresó su profunda preocupación de que es probable que el aumento de las dificultades en la sociedad afgana aumente la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas a la violencia sexual y de género y la violencia doméstica.
“A las mujeres y las niñas no se les pueden negar sus derechos inherentes”, subrayó.
“Intentos de la de facto que las autoridades los releguen al silencio y la invisibilidad no tendrá éxito; simplemente dañará a todos los afganos, agravará su sufrimiento e impedirá el desarrollo del país. Tales políticas no pueden justificarse de ninguna manera”.