KABUL: Cuatro agencias de ayuda internacional, incluida Save the Children, dijeron el domingo (25 de diciembre) que suspenderían sus programas humanitarios en Afganistán en respuesta a la orden de la administración dirigida por los talibanes de impedir que las empleadas trabajen.
La administración ordenó el sábado a todas las organizaciones no gubernamentales (ONG) locales y extranjeras que no permitan que el personal femenino trabaje hasta nuevo aviso. Dijo que la medida, que fue condenada a nivel mundial, estaba justificada porque algunas mujeres no se habían adherido a la interpretación de los talibanes del código de vestimenta islámico para las mujeres.
Tres ONG, Save the Children, Norwegian Refugee Council y CARE International, dijeron en un comunicado conjunto que suspenderían sus programas mientras esperaban claridad sobre la orden de la administración.
«No podemos llegar efectivamente a los niños, mujeres y hombres que lo necesitan desesperadamente en Afganistán sin nuestro personal femenino», dijo el comunicado, y agregó que, sin las mujeres al frente del esfuerzo, no habrían llegado a millones de afganos necesitados desde agosto del año pasado.
Por separado, el Comité Internacional de Rescate (IRC) dijo en un comunicado que suspendería sus servicios en el país, citando razones similares. IRC dijo que emplea a más de 8.000 personas en Afganistán, de las cuales más de 3.000 son mujeres.
La suspensión de algunos programas de ayuda a los que acceden millones de afganos se produce en un momento en que más de la mitad de la población depende de la ayuda humanitaria, según las agencias de ayuda, y durante la temporada más fría de la nación montañosa.
Save the Children, Norwegian Refugee Council y CARE International también destacaron el efecto de la prohibición del personal femenino en miles de puestos de trabajo más en medio de una crisis económica.
Anteriormente, la agencia de ayuda internacional AfghanAid dijo que suspendería inmediatamente las operaciones mientras consultaba con otras organizaciones, y que otras ONG estaban tomando medidas similares.
El Comité Internacional de la Cruz Roja en Afganistán también expresó el domingo su preocupación por la medida y una prohibición anterior a las mujeres de asistir a la universidad, advirtiendo de «consecuencias humanitarias catastróficas a corto y largo plazo».
«OBLIGADO A CUMPLIR»
Un portavoz de la administración talibán, Zabihullah Mujahid, respondió a las críticas y dijo que todas las instituciones que quieran operar en Afganistán están obligadas a cumplir con las reglas del país.
“No permitimos que nadie hable tonterías o haga amenazas con respecto a las decisiones de nuestros líderes bajo el título de ayuda humanitaria”, dijo Mujahid en una publicación en Twitter, refiriéndose a una declaración del jefe de la Misión de Estados Unidos en Afganistán.
La encargada de negocios, Karen Decker, acudió a Twitter para cuestionar cómo planeaban los talibanes evitar el hambre entre mujeres y niños después de la prohibición. Señaló que Estados Unidos era el mayor donante de ayuda humanitaria al país.