17 de diciembre: Juana Márquez fue sentenciada el 15 de diciembre a 20 años de prisión por homicidio involuntario, después de que una investigación determinó que le echó agua hirviendo a una niña de 4 años.
Según el fiscal de distrito Will Thompson, Márquez fue acusada de asesinato en 2019 después de que una niña a su cuidado muriera por quemaduras graves en la cabeza, el pecho, la espalda y los brazos.
En septiembre, el jurado la encontró culpable del delito menor de homicidio involuntario.
El caso fue investigado por un equipo del Departamento de Policía de Corsicana dirigido por el Detective Harrell. Márquez dio declaraciones de que, después de que la víctima se tirara una olla de agua hirviendo de la estufa, Márquez afirmó que le dio tramadol al niño y le aplicó aloe, pero no llamó a la asistencia médica porque las quemaduras no parecían graves.
Márquez llamó al 911 a la mañana siguiente e informó haber encontrado a la víctima muerta en el piso de su habitación.
La investigación de Harrell, que incluyó la entrevista de un hermano de la víctima de 6 años, lo llevó a concluir que Márquez había vertido el agua hirviendo sobre la víctima, muy probablemente en la bañera.
El equipo de defensa de Márquez presentó evidencia de que ella sufría de depresión severa y ansiedad. Estuvieron a cargo de la acusación en el caso el fiscal de distrito Will Thompson, la ADA Sherry Shumer y la ADA Thomas Headen.