El presidente ecuatoriano Guillermo Lasso presentó el miércoles a la Asamblea una reforma constitucional que permite a las Fuerzas Armadas sumarse a la lucha contra el crimen organizado, tarea que hasta ahora es atribución exclusiva de la policía.
En caso de que la Asamblea apruebe el pedido de Lasso en un plazo no menor a tres meses, la reforma parcial de la constitución deberá ser sometido a una consulta popularprevisto para febrero, en la que los ecuatorianos deben ratificar el cambio en la carta magna.
Las leyes vigentes impiden que las Fuerzas Armadas apoyen o participen en tareas de seguridad interna y custodia del orden público a menos que esté vigente un estado de excepción ordenado por el mandatario. Con la iniciativa presentada por Lasso, los militares podrían incorporarse en cualquier momento.
En un discurso en las afueras del Congreso, el mandatario dijo que la Asamblea no le puede dar la espalda a los ecuatorianos que ven en riesgo la seguridad y la paz de sus familias y explicó que Ecuador “libra una batalla con los mafiosos, con el narcotráfico y hasta con la narcopolítica”.
A su vez exhortó al órgano legislativo a generar soluciones permanentes en la batalla contra el crimen organizado. “No podemos perder esta batalla, no podemos ser una nación que acepte la violencia como norma y normalidad”, sostuvo.
Al crimen organizado se atribuyen las frecuentes y violentas matanzas en las cárceles del país, zona de disputa de rutas y territorios para el narcotráfico nacional e internacional.
De acuerdo con cifras oficiales, el año pasado 316 internos fueron asesinados por otros presos mientras que en lo que va de 2022 hubo alrededor de 130 homicidios.
El sistema penitenciario de Ecuador está diseñado para alrededor de 30.000 reclusos pero hasta el mes pasado había cerca de 35.000 en las 53 cárceles estatales del país.
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